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Bebés “gorditos”, problemas de salud disfrazados de ternura

El Piñero

 

 

De acuerdo con la UNICEF, México ocupa el primer lugar en obesidad infantil en todo el mundo, y no sólo se presenta en la infancia y adolescencia, sino también en niños en edad preescolar. La principal causa son los malos hábitos en la alimentación, lo cual provoca una prevalencia de sobrepeso de un 70% en la edad adulta. A largo plazo, la obesidad favorece la aparición de enfermedades como diabetes, infartos, niveles elevados de colesterol o insuficiencia renal, entre otros.

 

Sin embargo, la prevención es la mejor arma para evitar que tu équeño tenga sobrepeso u obesidad. A través del ejemplo, papá y mamá pueden fomentar una dieta adecuada y equilibrada en sus hijos desde temprana edad, además de hábitos que les ayuden a tener un estilo de vida saludable.  Y es que “los gustos, la sazón a la hora de cocinar, la forma de comer, las cantidades de alimentos que ingerimos, así como los hábitos de ejercicio o sedentarismo y las referencias afectivas a los alimentos se heredan”, señala la nutrióloga Cecilia García Schinkel.

 

La especialista comenta que también el peso corporal se hereda, por lo que, según datos internacionales, “el 88% de las veces, un niño con sobrepeso proviene de papás que también lo tienen y, en el 65% de los casos, proviene de una madre con sobrepeso y hábitos inadecuados”.

 

Tomen el control

Existen comportamientos saludables o factores protectores de la calidad de vida que, si los asumimos responsablemente, ayudarán a prevenir en nuestros hijos desajustes biopsicosociales y a mantener su bienestar, mejor calidad de vida, satisfacción de sus necesidades y un buen desarrollo humano. Estas conductas “incluyen la alimentación con sus tres pilares: dieta, manejo de porciones y hábitos alimentarios; así como actividad física y ejercicio. Además de la estabilidad emocional, el descanso, la recreación y el manejo del estrés y ansiedad”, advierte la nutrióloga.

 

Para un gran comienzo

Enseñar a tu nene buenos hábitos y costumbres a la hora de comer le ayudará a tener un apetito adecuado y un peso corporal saludable. Además, si aprende desde pequeño, cuando crezca lo pondrá en práctica de manera automática y natural. Es por ello  que García Schinkel recomienda que en casa:

 

  • Coman sentados.

 

  • No vean televisión ni usen dispositivos electrónicos como tablets y celulares a la hora de comer. Tampoco realicen ninguna otra actividad distractora.

 

  • Asignen suficiente tiempo para comer.

 

  • Disfruten de la comida.

 

  • Propicien un ambiente familiar y conversaciones agradables.

 

  • Sirvan porciones pequeñas.

 

  • Coman solo hasta sentirse 80% satisfechos, no llenos.

 

  • Acepten la capacidad del pequeño para regular su propia ingesta de alimentos y calorías, en lugar de obligarlo a que vacíe el plato.

 

  • Coman cada cuatro horas.

 

  • Prueben y ofrezcan nuevos alimentos y platillos de vez en cuando.

 

  • Realicen las comidas con los platos y utensilios adecuados y un lugar definido en la mesa.

 

Un buen consejo

Como el estómago de tu nene es pequeño, “en promedio le caben 240 mililitros, el equivalente a un vaso pequeño. Es mejor ofrecerle un solo platillo en cada comida, como una sopa que incluya distintos grupos de alimentos, por ejemplo: un consomé con pollo, arroz y verduras. O, bien, un sólo plato principal que incluya un alimento de todos los grupos”, recomienda la nutrióloga.

 

¿Sabías que…?

Un niño puede tener sobrepeso y a la vez desnutrición. Las dietas muy calóricas no siempre proporcionan los nutrimentos que requieren los chiquitines como: hierro, calcio, proteínas, ácidos grasos Omega 3, vitaminas como la A, C y E; generalmente son pobres en frutas, verduras, lácteos (descremados), pescados de agua fría y leguminosas, los cuales contienen dichos nutrientes en cantidades adecuadas.

Con información de eluniversal.com.mx

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