EL PIÑATAZO/El Piñero
Cuenca del Papaloapan.- Devoto y ultra defensor del ácido PRI que representó su tío Antonio “El Gordo” Sacre Rangel -el presidente que remodeló y construyó hoteles…ah! y que nombró a su papá hijo pródigo de Tuxtepec durante su mandato- Gabriel Cué tomó el libreto y entró al protagonismo de su nueva novela pública.
En su nuevo papel, ahora como delegado y representante del gobernador en la región del Papaloapan, Gabriel Cué actúa imitando la rancia conducta de su tío, el Gordo Sacre, quien interrumpía, discutía y lanzaba expresiones descompuestas en tiempos de emergencia.
Así tal cual, imagen y semejanza, “Gabrielito” –llamado así por la estirpe Sacre-Cué– construye su escultura pública en la misión de seguir el cauce de un paternalismo oscuro y agrio. Y el ejemplo se dio ayer, en el marco de una reunión para enfrentar el temporal lluvioso que mantiene en alerta a Tuxtepec.
TOMA 1. LA INTERRUPCIÓN
Aferrado a la actuación de hombre rudo, salvaje y mandamás de un rancho, Gabi Cué interrumpió las evaluaciones que las corporaciones de seguridad daban a conocer en el marco de la instalación del Consejo de Protección Civil, que se llevó a cabo para reforzar el brazo de auxilio a la población.
Y su participación –cuando todos esperaban que informara su numeralia de reportes y diagnóstico de la situación del municipio por los embates del agua– fue solo para quejarse de que no lo habían tomado en cuenta para integrar el consejo. “No me tienen respeto”, exclamó a reporteros.
Y soltó “simplemente no me tomaron en cuenta en la instalación de consejo y ya mandé la solicitud para que se me informe por escrito”.
TOMA 2. ¿Y LOS DEMÁS MUNICIPIOS, delegado –en minúsculas–?
Frente al berrinche, el presidente municipal Fernando Bautista Dávila respondió –a pregunta expresa de reporteros– “cuando el Gobierno Municipal requiera de su apoyo (en referencia a Gabrielito) por supuesto se le va a hablar inmediatamente, y cuando no lo requiera desde luego que no, porque ¿para qué molestar a alguien si no se requiere el apoyo?”.
Y es que Gabi Cué tiene un radar de funciones muy amplio, pues tiene que dar cobertura y mostrar la presencia del gobernador en cada uno de los municipios de la Cuenca del Papaloapan. Por ejemplo, hasta el momento, no ha informado cuál es el proceso de rescate que se ha realizado en Jalapa de Díaz, Loma Bonita, Soyaltepec y Cosolapa que también han registrado eventualidades, en escuelas y caminos, principalmente, derivadas de la lluvia. Y donde cientos de campesinos han dejado de trabajar y se han quedado a la deriva.
Su “trabajo”, desde que fue ungido como delegado, solo se ha centrado en Tuxtepec. Mientras que los demás municipios que orbitan en su responsabilidad han sido desatendidos como, por ejemplo, Ojitlán, donde no se ve un resquicio de solución al problema político-social que existe.
Tuxtepec es pues su blanco de actuación, de protagonismo político, para saltar a la fama de la próxima contienda electoral, por lo que su maquillada novela tiene capítulos enrutados al regreso del culto sacrista.