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Brucelosis: El peligro que se esconde en tu gusto por comer lácteos

El Piñero

A veces esa rebanada de queso resulta difícil de resistir, sobre todo, si va acompañada de un poco de jamón o una copa de vino. Sin embargo, si esa deliciosa pieza no contó con la elaboración adecuada puede guardar un horrible peligro para la salud: brucelosis.

Hasta la semana epidemiológica número 50 de la Dirección General de Epidemiología, que comprende hasta el 14 de diciembre de 2019, se han registrado mil 621 casos de brucelosis, 28.85 por ciento más que el año anterior.

Foto Istock

Durante 2018 se registraron mil 258 casos, de los cuales la mayor incidencia (casos nuevos entre 100 mil habitantes) fue en el estado de Zacatecas, seguido de Coahuila, Tlaxcala y Sinaloa.

En tanto que, la mayor incidencia de acuerdo a la edad, se registró en personas de 45 a 49 años y de 60 a 64, según datos del Anuario de Morbilidad de la Dirección General de Epidemiología.

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¿Qué es la brucelosis?

La brucelosis, según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, es una enfermedad infecciosa que ocurre por el contacto con animales que portan la bacteria brucella, así como con carne infectada, placenta de animales infectados o si se bebe leche o come queso sin pasteurizar.

Las personas que se encuentra en mayor riesgo de padecer dicha enfermedad son las que desempeñan trabajos en donde frecuentemente tienen contacto con animales o carne, como los trabajadores de los mataderos, los granjeros y los veterinarios.

Entre los síntomas se encuentran el dolor abdominal, de espalda, escalofríos, sudoración excesiva, fatiga, fiebre, dolor de cabeza, articular y muscular, pérdida del apetito, glándulas inflamadas, debilidad y pérdida de peso.

Si bien la brucelosis puede ser tratada con medicamentos, los síntomas pueden ir y venir durante años. Asimismo, la enfermedad puede reaparecer después de un largo período.

Las posibles complicaciones de dicha enfermedad infecciosa son las lesiones óseas y articulares, encefalitis (hinchazón o inflamación del cerebro), endocarditis infecciosa (inflamación del revestimiento interior de las cámaras y válvulas del corazón) y meningitis (infección de las membranas que cubren el cerebro y la médula espinal).

Es muy importante que ante el primer síntoma acudas al médico inmediatamente, en especial si sabes que ingeriste algún lácteo.

Con información de Notimex.

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