Jaime GUERRERO | El Piñero
Oaxaca, Oax. – En un acto de protesta, un grupo de burócratas despedidos tomó los accesos al Palacio de Gobierno en el zócalo de la ciudad de Oaxaca.
Los manifestantes, pertenecientes al Sindicato de Trabajadores de los Poderes del Estado e Instituciones Descentralizadas de Carácter Estatal (STPEIDCEO), exigen la restitución de sus plazas laborales, anuladas recientemente bajo el argumento de ser “irregulares”.
El Consejero Jurídico, Geovany Vásquez Sagrero, reiteró ayer que las 1,344 plazas eliminadas carecían de legalidad. Sin embargo, informó que tras negociaciones con la dirigencia sindical, 677 plazas fueron restituidas. Vásquez Sagrero también señaló que varios jueces han negado amparos solicitados por los burócratas para anular el decreto aprobado por el Congreso del Estado que dio pie a estas anulaciones.
Hoy, los trabajadores que no fueron reincorporados han intensificado sus manifestaciones, denunciando favoritismo en las restituciones. Según los inconformes, hijos y familiares de líderes sindicales, así como allegados al gobernador Salomón Jara Cruz, fueron beneficiados en la lista de reincorporaciones. Además, aseguran que se otorgaron bases a los representantes sindicales que participaron en las mesas de negociación.
“Si el gobierno de Oaxaca quería realmente sacar a los aviadores, no somos nosotros. A nosotros nos ha costado muchísimo tener nuestra base”, afirmó Yamilet Matus, trabajadora de la Consejería Jurídica del Gobierno del Estado.
Por su parte, Gabriela Pérez Santiago, quien durante 11 años ha trabajado como personal de limpieza en el Registro Civil, manifestó sentirse traicionada por sus líderes sindicales. “Nos dejaron fuera y no están defendiendo nuestros derechos”, declaró con indignación.
Los manifestantes solicitan que el secretario general del STPEIDCEO, Pedro Castillejos, retome una mesa de diálogo con el gobernador Salomón Jara Cruz para resolver la situación. También advirtieron que, de no obtener respuestas, procederán a tomar la bodega del DIF Oaxaca, donde se planea la entrega de juguetes a delegados, como medida de presión adicional.