Ciudad de México.- La esclerosis múltiple es una enfermedad degenerativa, es decir, que la enfermedad sigue avanzando a medida que pasa el tiempo, sobre todo, si no se lleva un tratamiento adecuado.
Aunque la esclerosis múltiple no tiene tanta prevalencia como otros padecimientos, en México se estima que cada cinco horas se diagnostica a alguien con esta enfermedad, apuntó el neurólogo Carlos Pla.
La situación que se agrava debido a que poco más del 47 por ciento de los pacientes afectados no cuentan con seguridad social, por lo que algunos tienen que llegar a gastar más de 200 mil pesos anuales para tratar su enfermedad, apuntó.
La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune, inflamatoria y degenerativa que afecta a personas en edad productiva de entre 20 y 40 años. Por esto, se considera como la primera causa de discapacidad neurológica no traumática entre la gente joven.
El gerente médico de neurociencias en Roche México explicó que las personas con esta enfermedad suelen comenzar con síntomas poco claros y sutiles, e incluso pueden pasar meses o años sin presentar sintomatología, sin embargo, cada vez que se presenta un brote deja una secuela.
Primeros síntomas de esclerosis múltiple en las mujeres
Dolor en la espalda y ojos
Visión borrosa, fatiga ocular, doble visión
Problemas de coordinación
Mareos, vértigo
Fugas de orina que no son incontinencia urinaria
Dificultar para hablar
Cambios repentinos de estado de ánimo
Problemas de memoria
“Le llamamos la gran simuladora o la enfermedad de las mil caras porque puede dar síntomas muy sutiles hasta algunos muy severos como quedarse ciego súbitamente de un ojo o quedarse paralizado de la mitad del cuerpo”, refirió.
En ese sentido, el especialista señaló que, si bien ahora existen tecnologías para diagnosticar a estos pacientes en un promedio de dos a cuatro años, “todavía seguimos viendo pacientes que llegan a servicios de neurología cuando ya llevan 10 o 15 años de la enfermedad”.
Lo cual disminuye significativamente la recuperación del paciente, quienes más del 50 por ciento deben modificar sus hogares por las discapacidades que sufren, 81 por ciento pierde su empleo y 56 por ciento cambia su nivel de vida estándar.
Con información de Bienestar 180, sección de Imagen Digital