➡ casi 100 negocios bajaron sus cortinas
➡La economía de Tuxtepec va “en picada”.
Carlos Abad/El Piñero “Periodismo y Debate”.
Desde marzo de este año a través del reportaje “La Avenida Libertad, un cementerio comercial en Tuxtepec; 92 negocios cerrados reconfirman recesión y fracaso del Davilismo”, El Piñero periodismo y debate dio cuenta del retroceso económico que tiene “en picada” a la que por mucho tiempo fue la segunda urbe más importante del Estado de Oaxaca, escalafón que seguramente irá en línea descendente, una vez que Fernando Bautista Dávila deje el cargo de Presidente con un Municipio “en bancarrota”.
Tras darles a conocer como despachos, consultorios, estéticas, restaurantes, depósitos, misceláneas, talleres mecánicos, etcétera, “se fueron a la quiebra”, a estos se suma el entrañable Café Calesa, punto de reunión de todas clases sociales y de distintas generaciones, mismos que acudían a degustar un buen café, mientras hacían tarea o festejaban una clausura en el caso delos estudiantes, sitio de reencuentro de ex alumnos y ex compañeros de trabajo, también lugar de concentración de políticos, empresarios y periodistas que mientras desayunaban también hacían una rueda de prensa, y también lugar que vio pasar interminables citas amorosas y hasta propuestas de matrimonio.
Café Calesa abrió sus puertas en el año 2009 y estaba ubicado estratégicamente entre dos paradas de urbanos, para acaparar la visita de quienes transitan por la avenida libertad entre las calles Juárez y Arteaga en la colonia centro de Tuxtepec, pero desde “El Davilismo” las cosas cambiaron para sus dueños, ya que la inseguridad se apoderó de la ciudad y luego de trabajar en “dos plantas”, recortaron personal para laborar solo en planta baja, esto cuando la crisis comercial de Tuxtepec “se asomaba”.
En plena administración del “Rey del Tequio”, las ventas se desplomaron 50%, pues sus clientes se retiraban apenas daban las 9 de la noche por cuestiones de inseguridad, así que Café Calesa se vio obligado a “recortar horario”; cada vez debían abrir más tarde y cerrar más temprano por falta de clientes, y es que a este negocio “le pegó duro”, que ni los Tuxtepecanos, ni los visitantes quisieran salir por temor a ser asaltados o ejecutados.
Luego de “3 años más” Café Calesa no aguantó más y sus dueños liquidaron al personal y determinaron que lo mejor era “bajar cortinas”, ya que las ventas cayeron aún más y el “desplome” llegó al 65%; y es que sufrieron el “efecto espejo” de TAQUERÍA JUNIOR, negocio de comida que se ubicaba frente a ellos y que cerró sus puertas algunos meses atrás y que nadie ha querido rentar este local, por la misma razón que otros empresarios han decidido irse de Tuxtepec; nadie en su sano juicio le apostaría un solo peso a una ciudad que no te brinda seguridad.
Otro claro ejemplo es ÓPTIKA BICENTENARIO, negocio que estaba a la vuelta de Café Calesa, es decir en Juárez casi esquina libertad, y que sus dueños prefirieron dejar esa zona para reubicarse en otro punto de Tuxtepec.
Finalmente “ROSTICERÍA MIGUE”, ubicada en la devastada avenida libertad entre las calles Santos Degollado y Ocampo, en los límites de la Colonia La Piragüa, hace casi dos meses sus dueños decidieron que era mejor bajar la cortina a continuar con pérdidas debido a la inseguridad.
Al paso que vamos “Tuxtepec será una ciudad fantasma” son solo algunas de las frases que se repiten en redes sociales, al ver que cada día se cierran más cortinas y que esta administración pública no hace lo necesario para lograr el repunte económico prometido en campaña.