Redacción | El Piñero
La escasez de agua potable y la disminución de los recursos hídricos en la agricultura se han convertido en un desafío monumental a nivel mundial, siendo un fenómeno derivado del cambio climático que trasciende fronteras geográficas y políticas. Este problema requiere una reflexión colectiva para desarrollar soluciones a largo plazo, dejando de lado intereses políticos de corto plazo.
La situación no afecta únicamente a un país o ciudad en particular. En el ámbito nacional, es crucial encontrar soluciones duraderas para enfrentar la sequía, la disminución de suministros de agua en los hogares y la escasez de recursos para la agricultura, especialmente en el contexto del T-MEC.
Organismos como la Unesco y ONU-Agua advierten que entre 2 mil y 3 mil millones de personas en el mundo sufren escasez de agua, una cifra que se espera empeore en las próximas décadas si no se promueve la cooperación internacional.
La FAO también destaca que la escasez de agua es uno de los mayores desafíos para el desarrollo actual, afectando a millones de personas en todo el mundo, especialmente a pequeños agricultores, mujeres, poblaciones indígenas y personas migrantes y refugiadas.
Es fundamental una gestión eficaz del agua a nivel nacional, asignando recursos de manera equitativa y sostenible, e involucrando a todas las partes interesadas, desde formuladores de políticas hasta comunidades locales.
A nivel internacional, eventos como la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Agua 2023 son cruciales para promover la acción conjunta hacia los objetivos de desarrollo sostenible relacionados con el agua.
En México, la reducción y variación en las precipitaciones son preocupantes, con una disminución significativa en las principales presas del país. Esto se suma a la problemática global del cambio climático.
Es imperativo que la comunidad internacional tome medidas para mitigar el cambio climático, reduciendo las emisiones de CO2 y otros contaminantes, con el fin de frenar los efectos devastadores en la disponibilidad de agua potable y recursos hídricos para la agricultura.
En el contexto político, el tema del agua debe ser una prioridad en la agenda de los candidatos presidenciales en México, quienes deben presentar propuestas técnicas específicas para abordar esta crisis.
En resumen, el cambio climático y la crisis mundial del agua demandan una acción urgente y coordinada a nivel global, así como un compromiso serio por parte de los líderes políticos para enfrentar este desafío que afecta a toda la humanidad.