•Autoridades localizan en Ixhuatlán un campo en donde los secuestradores mantenían cautivas a sus víctimas, a algunas les dieron muerte
- De unas tres fosas clandestinas exhumaron restos de cinco personas, presuntamente; Fiscalía está hermética
•En medio de la selva en el sur de Veracruz, malandros buscan evadir a la justicia, aunque a las víctimas de secuestro estén en peores condiciones
•El hedor a muerte y a tortura se impone en zona de fosas ubicada a unos metros de la autopista a y a otros tantos de un cuartel del EjércitoPor Ignacio Carvajal
blog.expediente.mx Para El Piñero de la Cuenca
En medio de vegetación típica de la selva húmeda, un riachuelo de agua cristalina, el canto de aves exóticas, y en pleno corazón de la madre naturaleza, fueron acallados los gritos de personas que fueron sepultadas de manera ilegal en una fosa localizada la semana pasada en Ixhuatlán del Sureste.
Durante un recorrido por el área, se pudo encontrar los agujeros que fueron realizados por personal de la Fiscalía General del Estado, de los cuales, según reportes extraoficiales, fueron rescatados los cuerpos de cinco personas.
El barro sacado del fondo de las fosas aún se nota fresco. El olor a muerte a causa de tortura y angustia impregna el aire que se respira bajo inmensos árboles. Restos de sangre y carne putrefacta anónima persisten en algunos de los agujeros.
Hasta el momento se desconoce cómo es que llegaron las autoridades a este sitio, aunque ha trascendido la versión de que fue un detenido por secuestro el que habría informado sobre la ubicación.
Durante la visita al lugar sin embargo se pudo apreciar que además de los agujeros, en el área hay restos de recipientes de unicel, de los que son empleados para contener alimento “para llevar”.
CAMPAMENTO
Vasos, restos de ropa, bolsas negras de basura, cartones y restos de una lona azul conforman el panorama de lo que muy probablemente era un campamento empleado por bandas de secuestradores que operan en el sur.
Las autoridades veracruzanas por el momento no han informado sobre este hecho, ni si quiera han emitido informes al respeto de las fosas localizadas y los cuerpos rescatados. Todo lo que se tiene es extraoficial.
Aunque se tuvo acceso a un informe policial en donde se establece que eran cinco víctimas las localizadas en el kilómetro 3-800 de la autopista La Tinaja-Cosoleacaque, tramo Nuevo Teapa-Cosoleacaque, la Fiscalía General del estado está hermética.
Hasta ahora también se desconoce el paradero de los cadáveres exhumados en ese predio que se ubica a unos metros de un batallón del Ejército Mexicano que opera sobre dicha carretera, muy cerca de la caseta del puente Coatza II.
Se pudo saber que por el estado de putrefacción, pueden tratarse de víctimas de delitos cometidos ya en la presente administración.
En el área también se localizaron restos de leña, cuerdas, botellas de plástico y prendas de vestir.
El sitio donde está ubicado este enclave, está a menos de 20 metros de la autopista y a espaldas de la carretera estatal que comunica a Nanchital con Ixhuatlán del Sureste y Moloacán.
En este escenario, de ser localizados, los secuestradores tenían varios puntos de escape por donde escabullirse de las autoridades.
Rodeados por maleza y grandes árboles, frondosos e imponentes, el lugar hace recortar los campamentos que fueron montados por las guerrillas colombianas, en donde se tenía a diez o más secuestrados por los que se pedían pagos millonarios para seguir alimentando al movimiento.
En uno de esos campamentos de la guerrilla de Colombia se tuvo a Ingrid Betancourt, por tres años estuvo cautiva hasta que elementos del ejército colombiano la rescataron junto a 14 rehenes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
CEMENTERIO
Se trata del primer campamento de secuestradores en donde además se localiza un cementerio ilegal como señal de que en Veracruz los secuestros se siguen cometiendo a tal grado de violencia, que terminan en la muerte de víctimas.
Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública dicen que durante el 2017 se cometieron 194 secuestros, eso y 194 homicidios dolosos.
Aunque activistas como Isabel Miranda de Wallace establecen que Veracruz está entre los primeros lugares de secuestros, la Fiscalía General del estado reitera que en base a las cifras oficiales, el estado se ubica por debajo de la media nacional, y que en el nuevo gobierno han sido notables los golpes a bandas dedicadas al plagio.
Sin embargo, hasta el momento, no hay registros de la ubicación de un campamento empleado por secuestradores, en donde además se le diera muerte a las víctimas. Aunque el gobierno de Veracruz también ha insistido en que gran parte de los homicidios cometidos en estos meses, se relacionan con hechos delictivos y ajustes de cuentas.
Lo que sí, no es el primer campamento de secuestradores localizado por las autoridades en el sur, donde el este delito está dando más trabajo a la Unidad Especializada en Combate al Secuestro (UECS); en junio de 2015 las autoridades veracruzanas dieron con el lugar en donde estaba secuestrado el beisbolista Narciso Elvira, y cuatro personas más.
En la punta de un cerro, a unos 30 kilómetros de la cabecera de Catemaco, en el ejido El Jicacal, en condiciones infrahumanas, encadenados, llenos de lodo, en la maleza, así encontraron los policías a las víctimas de una banda de plagiadores.
En esa ocasión se detuvo a algunos de los autores de ese delito, sin embargo, otros más escaparon al sur del estado.
En agosto de 2018, el capataz de un rancho de Acayucan, que había sido secuestrado, salvó la vida luego de que sus gritos de auxilio llegaron a una persona que laboraba en su parcela, en el municipio de Soteapan.
La víctima relató que sus plagiarios lo metieron en una fosa de casi tres metros de profundidad, le encadenaron los pies a unas cubetas llenas de concreto y taparon el agujero de tal forma que recibiera aire. Así sobrevivió tres días hasta ser encontrado por autoridades locales.
Al comenzar el año, uno de los puntos a favor de la UECS en el sur y de la Policía Federal en el sur, se dio con la liberación de un empleado de Pemex que había sido secuestrado cerca de un gimnasio en Nanchital, mediante un operativo lanzado sobre la carretera Coatzacoalcos-Minatitlán, por Canticas.
La víctima fue encontrada con vida en un campamento cercano a la carretera mencionada, en ese lugar se detuvo a una persona parte de la banda criminal y se localizó al trabajador de Pemex en condiciones lamentables, sólo se tapaban con una lona, y una fogata en medio del monte.