E cáncer de la próstata es el de mayor incidencia y mortalidad en el hombre. A diferencia de otros tipos de cáncer, se caracteriza por evolucionar de forma lenta. No sabemos qué lo causa, no obstante, sabemos que la probabilidad de padecerlo aumenta a medida que el hombre envejece. Asimismo, los hombres con familiares cercanos (padre o hermano) que han tenido cáncer de la próstata, también son más propensos de llegar a tenerlo.
No hay un síntoma específico del cáncer de la próstata, pero hay manifestaciones urológicas que pudieran alertar al hombre para que sea evaluado. Por ejemplo, se puede manifestar con cambios en la función urinaria, dolor al orinar y sangre en la orina o semen. También el paciente se puede quejar de dolor en la espalda baja. Hoy en día la gran mayoría se diagnostica durante evaluación de rutina y laboratorios, en especial el antígeno específico de la próstata (PSA, por sus siglas en inglés) en pacientes con pocos o ningún síntoma. Por esta razón la Sociedad Americana Contra el Cáncer recomienda que los hombres dialoguen con sus médicos sobre las pruebas de detección. Las mismas son recomendadas:
- Al cumplir 50 años para los hombres con riesgo promedio de cáncer de la próstata y que se espera vivan al menos 10 años más.
- A la edad de 45 años en los hombres que están en alto riesgo de cáncer de próstata. Entre estos hombres se encuentran los de raza negra y aquellos cuyos parientes de primer grado (padre, hermano, o hijo) recibieron un diagnóstico de cáncer de próstata a una edad temprana (menores de 65 años).
- A los 40 años de edad para hombres con un riesgo aún mayor (aquellos con más de un pariente de primer grado que ha tenido cáncer de próstata a una edad temprana).
Los riesgos y posibles beneficios de la evaluación deben ser discutidos en detalle por el médico y el paciente. La evaluación pudiera incluir tacto rectal de la próstata, pruebas de sangre como el antígeno específico de la próstata y examen de orina. De ser necesario, se consideraría un sonograma transrectal de la próstata. Si por los estudios anteriores se sospechara la presencia de cáncer en la próstata se le recomendaría una biopsia de la misma. La resonancia magnética de la próstata y pruebas de sangre que pudieran anticipar el riesgo de tener cáncer de la próstata significativo se están usando cada día con más frecuencia.
Una vez diagnosticado el cáncer de la próstata, se debe establecer su estadio (etapa) y agresividad para las recomendaciones de tratamiento. Las expectativas de vida de cáncer de la próstata localizado y baja agresividad es razonablemente larga. Criterios a usarse para decidir tratamiento incluyen su estadio (localizado vs. avanzado), la agresividad (como se ven las células “gleason”), edad y condición médica del paciente.
Alternativas de tratamientos para el cáncer de la próstata son: observación activa, prostatectomía radical, radioterapia (externa o semillas radioactivas), crioterapia, terapia hormonal (reducción de los niveles de testosterona). En los últimos años la quimioterapia ha demostrado efectividad en aquellos pacientes que pudieran fallar a las anteriores alternativas o en el cáncer avanzado.
Actualmente se están estudiando varios aspectos del cáncer de la próstata que seguramente en los próximos años nos permitirán, entre otras cosas, encontrar factores de riesgos, pruebas genéticas para identificar aquel paciente a riesgo de cáncer de la próstata y si es un tumor de alto riesgo para tomar decisiones de tratamientos.
Como todo en la medicina, lo más importante es que durante su evaluación se tenga una discusión abierta y dirigida a conocer riesgos y beneficios de los diferentes estudios o tratamientos.
Con información de: http://ensalud.net/EnSalud/cancer-de-la-prostata-lo-que-debemos-saber/