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Algunos de los principales cánceres de piel podrían comenzar a crecer en los folículos capilares en lugar de hacerlo en la piel, según un nuevo estudio.
Hasta ahora se pensaba que el factor de riesgo más desencadenante del cáncer de piel era la exposición a la luz solar.
Folículos capilares
Investigadores de la Facultad de Medicina de la NYU, utilizaron un modelo de ratón diseñado para editar genes en células madre de melanocitos foliculares, lo que les permitió implementar cambios genéticos que solo hacían brillar las células madre de melanocitos.
Posteriormente confirmaron que las células de melanoma pueden derivarse de las células madre de melanocitos, que viajan anormalmente desde los folículos pilosos para ingresar a la epidermis (piel).
- El melanoma es un cáncer que se origina en cierto tipo de células en la piel.
- Los melanocitos son células que se encargan de producir la proteína pigmento melanina, que absorbe los rayos ultravioleta solares que dañan el ADN.
Asimismo, rastrearon las mismas células a medida que se multiplicaban.
Una vez que llegaron a la dermis, las células arrojaron los marcadores y el pigmento que acompañaban a sus orígenes foliculares, presumiblemente en respuesta a las señales locales.
Células que migran
El nuevo estudio, publicado Nature Communications, encontró que las células inmaduras que producen pigmentos en los folículos pilosos pueden desarrollar cambios genéticos que causan cáncer y luego migran hacia arriba y hacia afuera de los folículos para establecer melanomas en la piel antes de extenderse profundamente.
«Al confirmar que las células de pigmento oncogénicas en los folículos pilosos son una fuente genuina de melanoma, tenemos una mejor comprensión de la biología de este cáncer y nuevas ideas sobre cómo contrarrestarlo», dijo el autor Mayumi Ito Suzuki, Ph.D.
Sabiendo dónde buscar el evento original que causa cáncer, los investigadores eliminaron temporalmente las señales una por una en el entorno folicular para ver si el cáncer todavía se formaba en sus ausencias.
Finalmente, el equipo confirmó que las células madre de melanocitos foliculares, a pesar de que tenían mutaciones genéticas que causan cáncer, no se multiplicaron ni migraron para causar melanomas a menos que también estuvieran expuestas a proteíanas como endotelina (EDN) y WNT; proteínas de señalización que normalmente hacen que los pelos se alarguen y las células pigmentarias se multipliquen en los folículos.
“Si bien nuestros hallazgos requerirán confirmación en otras pruebas en humanos, argumentan que el melanoma puede surgir en las células madre pigmentarias que se originan tanto en los folículos como en las capas de la piel”.