Redacción El Piñero
En menos de una semana, la aprehensión de dos feminicidas ha puesto de manifiesto la creciente urgencia de combatir la violencia de género en Oaxaca. Los casos de Hiromi D. C. y Rebeca H. F. destacan la vulnerabilidad de las mujeres en un entorno donde la violencia persiste.
El primero de estos casos involucra a Moisés F. R., un joven de 24 años originario de Veracruz, quien regresó de Tijuana para iniciar una relación con Hiromi. Su historia se tornó trágica el 6 de octubre, cuando un ataque de ira llevó a Moisés a usar un arma punzocortante, terminando con la vida de Hiromi. Testigos relataron que, tras el crimen, Moisés escapó hacia la capital oaxaqueña, pero fue detenido el 8 de octubre en la carretera federal 131 durante un operativo policial.
Por otro lado, el caso de Rebeca H. F. se remonta al 29 de septiembre, cuando fue atacada por José Enrique A. E., un hondureño de 28 años. Bajo los efectos de alcohol y drogas, irrumpió en su hogar y le causó múltiples lesiones fatales. La rápida respuesta de las autoridades permitió su captura el 2 de octubre en Santa Cruz Huatulco.
La Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) ha reafirmado su compromiso de actuar con firmeza ante estos crímenes, afirmando que “no se tolerará la impunidad” y que los responsables enfrentarán todo el peso de la ley. La colaboración entre la Vicefiscalía Regional de Puerto Escondido, la Comandancia Regional de la Costa y la Agencia Estatal de Investigaciones de Género fue crucial para la identificación y captura de los feminicidas en ambos casos.
Aunque estas historias son dolorosas, sirven como un recordatorio para las mujeres sobre la importancia de reconocer la violencia en las relaciones y buscar ayuda. Ambos detenidos enfrentarán a un juez de control que decidirá sobre su posible vinculación a proceso por feminicidio y la aplicación de prisión preventiva.