- De la XEU a Medellín
- Caso Carlos Martínez
Luis Velázquez
Veracruz.- DESTINATARIO: El periodismo perdió, digamos, y por ahora, a un soldado en el frente de batalla reporteril, pero la política ganó a un director de Comunicación Social.
Es Carlos Martínez, vocero del Ayuntamiento de Medellín del alcalde Hipólito Deschamps, ex diputado local del PAN y exregidor y ex director de Desarrollo Económica en la Comuna de Boca del Río.
Reportero que fue en la XEU y El Dictamen, don Carlos Martínez ejerció el diarismo durante más de diez años.
Incluso, en la XEU estuvo en dos ocasiones, cuando la constante es que quien se va…jamás vuelve.
REMITENTE: Durante varios años, Carlos Martínez reporteó la vida diaria. Algún tiempo asignado a la fuente municipal de Boca del Río. Polo Deschamps lo conoció, miraba y calibraba.
Años después, ya ungido diputado local, se toparon en una plaza comercial.
–Te invito un café.
–Ora. Gracias.
En el café, el diputado le habló de su proyecto político a corto y mediano y largo plazo para, digamos, trascender.
Entonces, le dijo que necesitaba un vocero. Y que si conocía a alguno. Pero luego enseguida le ofreció la vocería.
ENTREGA INMEDIATA: Don Carlos reviró:
–No puedo. Todavía no me siento capacitado. Estoy aprendiendo el oficio.
–Sí puedes. Te he estado observando. Te llevas con todos. Con nadie peleas. He visto tu entrega al oficio. Además todos vamos aprendiendo.
Así, dejó el periodismo, el frente de batalla y dejó de gastar la suela de los zapatos atrás de la noticia y desgastar la columna vertebral a la hora de escribir en las tardes en la sala de redacción como describe Ernest Hemiwgay el trabajo periodístico.
Se volvió, entonces, vocero del diputado panista.
ACUSE DE RECIBO: Ahora en su plática habla de Medellín. Vive en Boca del Río, pero conoce la geografía y la geopolítica de Medellín, el pueblo rey del mango.
Analiza, por ejemplo, el presupuesto anual del pueblo y lo compara con el presupuesto del municipio de Veracruz, casi dos mil millones de pesos, primer lugar estatal, y Coatzacoalcos, segundo lugar.
Y Medellín, con apenas, apenitas, apenititas un millón de pesos anuales para obra pública.
Pero el alcalde, precisa, es un político de diálogo y con diálogo. De cabildeos y acuerdos.
Y así, va empujando la carreta.
CARTA EXTRAVIADA: En el bachillerato, un amigo lo convenció de irse juntos a estudiar Administración de Empresas cuando él deseaba estudiar Comunicación.
Incluso, el amigo lo preparó y capacitó para actualizarse en el área y cuando presentaron el examen de admisión a la Universidad Veracruzana don Carlos aprobó y el amigo quedó fuera.
Un par de semestres cursó Administración en la UV, pero de pronto, ¡zas!, la realidad rebotó. Lo mío, se dijo, es la comunicación.
Y la cursó en una universidad privada. Soñaba con ser reportero, andar corriendo en la mañana atrás de la noticia y metido en la sala de redacción en la tarde tecleando la noticia.
Pero la vida, ni modo, es así. El periodismo perdió a un trabajador de la información, pero la política ganó a un vocero.