Luis Velázquez
Veracruz.- DESTINATARIO: El Estado de Veracruz (8 millones de habitantes) está entre la belleza, la decadencia y el infierno.
El infierno: el desastre natural con el incendio en Las Vigas. 500 hectáreas devastadas. Dos mil damnificados.
La decadencia: más carteles de la droga llegando a la entidad jarocha, para ellos, el paraíso terrenal.
Más fosas clandestinas. La última, en Río Blanco, con seis cadáveres. Otras más que son rastreadas en Veracruz, Boca del Río y Alvarado.
Más desparecidos.
Más la avalancha de linchamientos que ha tomado carta de adopción.
Más las guardias comunitarias circulando en la cancha social en el Valle de Uxpanapa.
REMITENTE: Y la belleza. Los Festivales Tajín, con 39 millones de pesos del gobierno del estado para su financiamiento, más el Festival de Salsa a efectuarse en el mes de abril en Boca del Río con los mejores grupos musicales de América Latina, todos socialistas porque de izquierda somos en Veracruz, ajá.
Veracruz, entonces, polisémico y multicolor.
Claro, sin excluir los 6 millones de habitantes declarados en la miseria, la pobreza y la jodidez por el INEGI y el CONEVAL.
ENTREGA INMEDIATA: Uno de cada tres jefes de familia llevando el itacate y la torta a casa con el ingreso del changarro en la vía pública.
La migración fuera de control a los campos agrícolas del Valle de San Quintín y a Estados Unidos.
Veracruz, en el primer lugar nacional de trabajadoras sexuales, mujeres y hombres.
Más la migración de familias a otras entidades federativas, incluso a Estados Unidos, debido a la ola de violencia que flagela el diario vivir.
Por encima de la belleza y la decadencia, Veracruz, en el infierno, atrapado y sin encontrar una salida digna ni salomónica.
ACUSE DE RECIBO: Lo peor de todo son los linchamientos por un lado (Soledad Atzompa y Uxpanapa y la sublevación en Maltrata), más las guardias comunitarias aparecidas en el municipio de Minatitlán, en la parte montañosa.
Y aun cuando por ahora son pocos, escasos, limitados los municipios declarándose en una revolución pacífica y en resistencia silenciosa pero firme y bragada, la cólera y la inconformidad social bien pueden multiplicarse.
A menos, claro, que pronto el gobierno del estado reaccione con una política activa y reactiva para restablecer la paz.
Y más, cuando más cárteles siguen llegando… por más y más que el góber lo desmienta.
En todo caso, es su palabra contra los hechos de la realidad.
CARTA EXTRAVIADA: En los primeros cien días del sexenio de izquierda, reveló el Fiscal, la estadística de la violencia y la muerte se tradujo en los siguientes hechos:
126 secuestros y 47 feminicidios.
Son los datos oficiales y que, claro, evidencian a la secretaría de Seguridad Pública, pero al mismo tiempo, y en rara y extraña coincidencia, puntillea a la Fiscalía, pues la impunidad sigue galopando de norte a sur y de este a oeste.
Veracruz, uno de los peores rincones del país para vivir…