Luis Velázquez | Expediente 2021
24 de mayo de 2021
El diablo se le está apareciendo a los violadores, pederastas y agresores sexuales. En el siglo XXI, Luzbel tomó la forma de Hugo Éric Flores y a través del Partido Encuentro Solidario, PES, tan solidario, por cierto, con López Obrador.
El líder nacional, es decir, Luzbel, ha dado la orden a sus candidatos a diputados locales y federales. Ofrecer a la población que si vota por ellos entonces lucharán en los Congresos para aprobar iniciativa de ley que permita, simple y llanamente, aplicar una castración química a los transgresores sexuales y que, bueno, nunca se le ocurrió a Porfirio Díaz Mori en aquel tiempo del famoso “Baile de los 41” y en donde, gays todos, pertenecía su yerno, Ignacio de la Torre.
Pero, bueno, Luzbel tiene miles de formas de presentarse y ahora en el tiempo electoral, nada mejor que llamar “delitos abominables” a los cometidos por violadores, pederastas y agresores sexuales.
De ser así, y con los legisladores que el PES pudiera ganar para, entre otras cositas, garantizar el triunfo de MORENA en las urnas, los transgresores sexuales vivirán el peor de sus tiempos.
En los pueblos indígenas y rurales, por ejemplo, donde suelen linchar a los ladrones y secuestradores (en la sierra de Zongolica, por ejemplo), los llamados “enfermos sexuales” serían colgados del árbol más alto y nadie que protestara.
Lástima que el sacerdote de todos los tiempos, el padrecito Marcial Maciel, ya murió, porque entonces, sería linchado cientos de veces.
En el mejor de los casos, lo castrarían, digamos, como a los cochinos en el pueblo. Y también, a los conejos, tan prolíficos que son.
El PES con su filosofía social rebasó “en un dos por tres” y por la izquierda, el centro y la derecha a la candidata del partido Redes Sociales, propiedad de la maestra Elba Esther Gordillo, (otro partido político satélite de MORENA), pues una de sus candidatas a diputada federal, con sede en Hermosillo, Sonora, ofreció “chichis grandes para todas” las mujeres si votan por ella en las urnas, pues, la leyenda dice que “sin senos no hay paraíso”.
HAZ PATRIA Y CASTRA A UN PEDERASTA
De hecho, el PES está convocando a los ciudadanos de a pie heridos y lastimados por violadores y pederastas a una sublevación civil para ir contra todos ellos.
El lema universal del partido bien podría ser el siguiente:
“Haz Patria, y castra a un pedófilo, a un pederasta, a un violador, a un chacal”.
Otro lema sería, digamos: “Si castras a un pederasta… irás al cielo”, a tono, digamos, con la promesa en el Corán de premiar a un kamikaze con 72 vírgenes en el paraíso celestial.
Es más, y de cabildear el PES la ley de la castración y lograr su aprobación, entonces, la respuesta social sería un ejército invisible de castradores.
Y desde luego, cada persona ultrajada por un enfermo sexual podría castrarlo sin el riesgo de caer en la cárcel, pues en todo caso sería justicia divina.
El PES estaría basándose en la historia de Tatahuicapan, sur de Veracruz, 1996, cuando el pueblo quemó vivo, amarrado a un árbol, a un hombre que intentó violar y matar a la vecina Ana Borromeo Robles, y cuya historia fuera documentada por la cronista y escritora, Fernanda Melchor.
Antecedentes, pues, existen. Y por tanto, que nadie se asuste con la filosofía social y jurídica del PES de castrar a los violadores y pederastas.
Claro, sería tanto como castrar, digamos, a Casanova, pero como reza el dicho peruano, “la vida es así y así es la vida”.
DELITO ABOMINABLE
Los pueblos aztecas, por ejemplo, ofrendaban vírgenes de 15 años de edad para adelante a Huitzilopochtli, tan sediento de sangre pura que era.
Ahora, digamos, y de cara a la historia, el dirigente nacional de Encuentro Solidario estaría volteando la tortilla y en un desquite pudiera invitar a Paquita la del barrio para cantar desde la tribuna parlamentaria de Veracruz su famosa canción de “Rata de dos patas” y “Me estás oyendo, inútil”.
Ni modo, con tantas leyes penales, el país sigue multiplicado de violadores y pedófilos y nada, absolutamente nada, anuncia la posibilidad de que la plana sea enmendada y todos cumplamos con el primer mandamiento de “amarse los unos a los otros”.
Entonces, únicamente queda castrar a los transgresores sexuales, calificados ya de cometer “delitos abominables”.