Luis Velázquez/ Escenarios
Veracruz.- UNO. Centros de Convivencia Familiar
El Poder Judicial tiene un Centro de Convivencia Familiar más. Ahora, en San Andrés Tuxtla.
Se trata, con los Centros de Xalapa, Veracruz y Córdoba, de preservar los derechos humanos de los menores y de sus padres en los diferendos matrimoniales, como es el proceso de divorcio, muchas veces tan torturante y tortuoso que los hijos parecen que cargan la cruz a cuestas camino al Gólgota.
Por ejemplo, según las experiencias traumáticas, los padres terminan odiándose y luego de tantas pasiones vividas ni verse desean.
Entonces, inician el divorcio y mientras las audiencias suelen darse unos y otros están a punto de lincharse y como los hijos han de estar arde Troya
Además, luego, cuando hay un acuerdo pactado y cada fin de semana, por ejemplo, el padre recoge a los hijos para pasar el fin de semana, a la hora de la entrega-recepción de los niños es un infierno.
Y los padres, sin prudencia, mesura ni cordura ni mucho menos, respeto, se declaran la tercera guerra mundial delante de los niños.
Por eso, los Centros de Convivencia Familiar que el presidente magistrado del Tribunal Superior de Justicia, Edel Álvarez Peña, ha decidido impulsar.
Es, será, una obra trascendente, sin parangón, llena de solidaridad y respeto humano tanto para las exparejas, pero más aún, para los niños.
Y más porque en los mismos centros, en efecto, los hijos pueden convivir de manera sana con la madre o el padre, según el acuerdo del divorcio.
DOS. Instalaciones dignas
En San Andrés el magistrado presidente inauguró el nuevo Centro. Allí, exaltó las “instalaciones dignas, atendidas por profesionales en diversas disciplinas, lo que permite garantizar los derechos humanos de los padres y los hijos cuando hay procesos de divorcio y así lo determinan los jueces especializados en la materia”.
En el caso de San Andrés como en las de Veracruz, Xalapa y Córdoba, las instalaciones cuentan con materias didácticos, consultorio médico, trabajo social y sicología así como un sistema de videovigilancia las 23 horas del día.
Unas instalaciones de vanguardia para fortalecer las acciones que en la materia lleva a cabo el Tribunal Superior de Justicia en esta etapa reinvindicadora.
En el recinto atenderán a niños y jóvenes de 0 a 17 años que acudan a las convivencias durante los 365 días del año, explicó la Directora de los CECOFAM, Ruth Aidé Navarro Cruz, y quienes además estarán protegidos con un seguro de responsabilidad civil.
Todos los Centros están integrados a la Red Nacional de Centros de Convivencia Familiar.
TRES. Cada vez más divorcios
Los Centros toman relieve a partir de una realidad avasallante y trágica:
A: Cada vez se multiplica el número de divorcios…, casi casi, exponiendo “el santo sacramento del matrimonio”.
B: La mayor parte de divorcios suelen darse entre las parejas jóvenes casadas a la primera edad, sin ninguna experiencia, y como es lógico y natural, expuestas a tronar a la primera de cambios.
C: De cada diez divorcios, nueve suelen terminar en un infierno, el peor día de la vida tanto de la mujer como del hombre, pero peor, mucho peor, de los niños, y más, cuando los niños ya son mayorcitos y registran y toman conciencia de la adversidad.
D: Las parejas podrán resolver sus diferencias con el divorcio, pero el daño a los hijos es tan irreversible como incalculable.
E: Más, mucho más, cuando los divorciados se casan y suelen tronar, y/o en todo caso, piensan primero en ellos sin detenerse en el daño moral y emocional y cerebral a los hijos.
Por eso, el Tribunal Superior de Justicia ha lanzado la construcción de los Centros de Convivencia Familiar para allanar, hasta donde humanamente es posible, estos altibajos en la vida común.
CUATRO. “Cada maestro, su librito”
Por delante resta un año más de permanencia a Edel Álvarez como magistrado presidente del Tribunal Superior, tiempo suficiente para impulsar la construcción de más centros.
Y, sin duda, la LXV Legislatura y el gobernador electo, ya en funciones, Cuitláhuac García Jiménez, mirarán con simpatía la posibilidad, porque se trata del bienestar de los niños, la parte más afectada en un divorcio, pleito milenario en que suele convertirse.
Y más, por ejemplo, cuando en la filosofía política de gobernar y ejercer el poder, Andrés Manuel López Obrador, AMLO, el presidente electo, ha anunciado que el DIF desaparecerá y será transferido a la secretaría de Salud.
De ser así, nadie dudaría de que la SS podría en el país y en Veracruz alentar los Centros de Convivencia Familiar, pero, bueno, si cada “maestro tiene su librito”, ya se verán los cambios que pudieran darse en la llamada Cuarta Transformación del País.
Por ahora, Edel Álvarez está cumpliendo con el manual institucional “al pie de la letra”.
El Poder Judicial, transmutando más allá de la procuración de justicia en los pendientes de una sociedad, y por desgracia, en continua desintegración familiar.