Texto: Yolanda Portugal Guzmán/ Información: Alberto Carmona
Veracruz, México.- CHACALTIANGUIS es Religión, tradición, Adrenalina, sabor, olor, todo al margen del imponente río Papaloapan, testigo caudaloso de LA fiesta del “Padre de Jesús”, comenzando por la peregrinación sobre el río de las mariposas y teniendo un clímax en la toreadas.
La cuenca baja, tiene entre sus municipios a Chacaltianguis, hogar de personas con las tradiciones jarochas arraigadas en la medula, las cuales presumen en fechas como éstas.
La tradición sigue ahí, como hace tal vez, 200 o 100 años, con algunos cambios, pero siempre celebrando a uno de sus patronos, siempre desafiando al peligro, al instinto animal, en las tradicionales toreadas, las cuales este año se llevaron bajo estricta organización para así evitar que el cebú fuera maltratado.
La energía del toro, trasladado a las calles de la cabecera municipal, es comparada con la algarabía, adrenalina que experimentan los asistentes al saber que pronto correrá por las calles y ellos podrán tener la oportunidad de estar más cerca del peligro.
¿Qué buscan los visitantes?, no lo sabemos a ciencia cierta, pero las tradiciones son de quienes las viven, de vez en vez, un poco accidentadas.
Los toros hacen suya las calles, los techos típicos de tejas también son testigos silenciosos de como con los años esto continua.
A la par de la algarabía de los toros, encontramos a las mojigangas, enormes figuras que ponen color y admiración a la fiesta del pueblo, realizadas ahí por la gente del pueblo, quienes año con año participan en la fiesta, para que ésta nunca se pierda, para que la fiesta y el Papaloapan queden para sus descendientes y los descendientes de éstos.
El sabor de Chacaltianguis en las hujuelas, el popo jarocho, los nanches en licor también están presentes en sus cocineras, quienes con alegría muestran a los visitantes su sazón, producto de la herencia de sus padres, sus abuelos, la cocina de la Cuenca baja es riquísima.
Los nanches en licor, son una obra de arte de la cocina del municipio, porque para probarlos hay que ser pacientes, hay que esperar nueve meses para ver la trasformación de un nanche en algo con un sabor más singular.
Así mismo la relación de las manos de las mujeres con la masa y el aceite, no solo para comidas saldas, también para dulces, como lo son las hojuelas, donde la miel de trapiche se puede remitir al cañal, también de la zona.
Vestir en la Cuenca baja, tejer parte del ser ….
El calor, el río, la tradición, todo ello se conjuga para que municipios como Chacaltianguis el oficio de tejer la ropa fuera tradición, que las guayaberas, la blusas de manta con tejidos fueran parte del día a día, pero no por ello dejar fuera la elegancia.
Como en todos lados, hay que sacar las mejores prendas para las fiestas, entre ellas las guayaberas, hechas también con técnica hereda, con el conocimiento practicado, las blusas con tejido, hacer arte que se porta.
Chacaltianguis es un pueblo ribereño, fundado durante la época prehispánica, que ha creado tradiciones, donde la religión, lo mundano y lo divertido, un mundo a través del río testigo silencioso, que hoy más que nunca vive, respira y come sus tradiciones,