¡El IPN lo vuelve a hacer! Esta vez los investigadores de Instituto Politécnico Nacional contribuyen al avance médico con un nuevo método para detectar infección de transmisión sexual y esto es lo que debes saber al respecto.
Científicos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) trabajan en el diseño de un nuevo método para detectar de manera no invasiva la tricomoniasis, una de las infecciones de transmisión sexual más comunes.
La tricomoniasis, ocasionada por el parásito Trichomonas vaginalis, es considerada una enfermedad desatendida sin vigilancia epidemiológica, a pesar de ser un problema de salud pública con cerca de 100 mil casos nuevos registrados cada año.
El diseño de este método se basa en la respuesta inmune del cuerpo durante la infección mediante la producción de anticuerpos contra algunas moléculas del parásito. Hasta ahora se tienen identificadas algunas moléculas del microorganismo como blancos para el inmunodiagnóstico en sangre.
“Nos concentramos en la identificación y caracterización de moléculas del parásito: adhesinas, receptores, proteasas e inhibidores que participan en los procesos de adhesión, citotoxicidad y hemólisis”, explicó la autora de la investigación, Rossana Arroyo Verástegui.
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El método utiliza muestras de sangre en lugar de secreciones vaginales, lo que lo hace menos invasivo, más económico y de uso masivo. En la actualidad en el país, esta infección se detecta con observación directa de microscopio o de forma accidental en análisis de orina.
La innovación fue probada en más de dos mil muestras de pacientes con vaginitis, y ya se realizó su validación en cultivo in vitro y por métodos moleculares por amplificación de secuencias de ADN del parásito. “Los resultados son prometedores porque su eficiencia es similar a la de los métodos moleculares que utilizan muestras vaginales”, dijo Arroyo Verástegui en un comunicado.
Este padecimiento puede provocar infertilidad, inflamación atípica de la pelvis e inflamación vaginal o cervical. Además, durante el embarazo incrementa el riesgo de parto prematuro, nacimientos con bajo peso y retraso mental en el producto.
El 85 por ciento de los casos no presentan síntomas; sin embargo, cuando esto ocurre hay flujo vaginal o uretral de color verde amarillento y de olor fétido, enrojecimiento de la vulva y vagina, comezón, así como dolor al orinar y durante las relaciones sexuales.
Añadió que un buen diagnóstico permitiría establecer un tratamiento adecuado, con el cual se podrían reducir hasta un 20 por ciento los nuevos casos de Sida, ya que incrementa la susceptibilidad de infección, y disminuirían las consecuencias provocadas por la enfermedad.
Con información de salud180.com