•Más de 160 crímenes marcaron la vida de igual número de familias en los municipios
•Crímenes entre bandas de delincuentes, pero también de personas inocentes y hasta feminicidios, que van quedando en el olvido
•Ante la estela de muertes, los ministros de la Iglesia oran por las víctimas, pero también exigen actuar a las autoridades para combatir los delitos
Antonio Osorio
Para El Piñero de la Cuenca
Zona Centro.- Ni la llegada del “Gobierno del Cambio” ni las nuevas policías pudieron contener la ola de violencia que a lo largo del año 2017 azotó a la zona centro, y la entidad entera, ya de por sí “masacrada” desde años atrás.
Se cerró otro año, otro año de violencia, de lucha de las autoridades, pero no se cerraron las huellas del dolor que marcó la vida de las familias enlutadas por el fenómeno de la violencia.
Fueron más de 160 homicidios registrados en los municipios de la región centro del Estado.
Cientos de familias que año con año nada tienen qué celebrar, por sus familiares desaparecidos o asesinados.
Por más que las autoridades se esfuerzan en demostrar que la actividad delictiva va a la baja, la realidad que a diario se vive señala lo contrario.
En el año 2017, los índices de homicidios, poco o nada se diferenciaron de los registrados en los anteriores, al menos en los más de 10 municipios que conforman la zona Centro del Estado.
Datos cotejados, advierten que desde el año 2012, se asomaba apenas el inicio de la racha sangrienta y que se fue diversificado hasta en los municipios más apartados.
Balaceras, enfrentamientos, ejecutados, descuartizados, embolsados, feminicidios, memores asesinados formaron la estela de muerte.
En la región de Córdoba y los 10 o 12 municipios que lo rodean, como Fortín, Amatlán, Yanga, Cuitláhuac, Omealca y Tezonapa, entre otros, desde el 2012 empezó a haber un promedio de 70 muertos al año, la mayoría ejecutados y lanzados a las aguas del río Blanco, que fuera considerado como cementerio clandestino.
Para los años siguientes, se mantuvo el promedio de homicidios en los municipios de la zona.
NI LA LLEGADA DEL “GOBIERNO DEL CAMBIO” PUDO FRENAR LA “OLA” DE VIOLENCIA
A finales del año 2016, cuando empezó el llamado “Gobierno del Cambio”, el fenómeno criminal mantuvo su ritmo, a pesar de los proyectos innovadores que fueron anunciados por el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, y que incluían entre otras cosas contar con policías mejor capacitados, dar mayores recursos a la Fiscalía, implementar nuevas estrategias como cámaras de video y drones para vigilar y perseguir a los delincuentes, así como mantener a las víctimas informadas de los avances de las investigaciones de cada caso.
Para el combate de la violencia, las autoridades reforzaron las corporaciones policiales, y el 28 de marzo se tuvo la llegada de tropas federales, anunciadas por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
De acuerdo con cifras oficiales, del Secretariado del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de enero a noviembre de este año por ejemplo, en el municipio de Córdoba se registraron 96 homicidios, en Fortín 13, Yanga 12, Tezonapa 11, Amatlán 7, Cuitláhuac 6, Atoyac 5, Ixhuatlán del Café 5, Paso del Macho 5, Cuichapa 3 y Naranjal 2.
BUSCÓ YUNES COMBATIR OLA DE VIOLENCIA
Tras las ejecuciones de los dirigentes cañeros Norberto Echavarría y Fernando Maza Muñoz, el 9 y 24 de febrero, y la del periodista Ricardo Monluí Cabrera, el 19 de marzo, se dio la reacción del Gobierno.
El 28 de marzo, fue puesta en marcha la Gendarmería Nacional, en un evento que encabezaron el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares.
Ese día fue asesinado el concesionario taxista, Diego David Altamirano Martínez, conocido como “El Cejas”.
El día anterior, una niña había sido asesinada en una balacera en el estacionamiento de Plaza Crystal, donde además un sujeto fue ejecutado.
Por eso, el gobernador reconoció que se mantenía la incidencia criminal, aclarando que la mayoría de los homicidios eran producto de enfrentamientos y en ese instante ordenó la llegada de otros 50 policías a la ciudad.
Yunes Linares señaló que “más del 70 por ciento de los homicidios que se cometen al estado de Veracruz, obedecían a enfrentamientos entre bandas de la delincuencia organizada”.
En rueda de prensa con los medios de comunicación, estableció que “lo que está sucediendo, lo que sucedió hoy, lo que sucedió ayer. Entiendo que con eventos como el que sucedió hoy el ambiente es de inseguridad”, remarcó.
Asimismo consideró que la expresión más clara de lo que pasa en materia de seguridad pública se puede materializar en el hecho de que el ex secretario de Seguridad Pública -Arturo Bermúdez Zurita- está en la cárcel- sometido a un proceso penal.
“No me lavo las manos, pero no puedo dejar de señalar que el tema de seguridad pública se abandonó, se desaparecieron a policías municipales y se pusieron al frente a malos elementos, se vició Seguridad Pública, las características de las personas que estaban frente a Seguridad Pública eran del perfil del ex secretario”, afirmó.
Aclaró que las estadísticas oficiales señalan que paulatinamente los delitos del fuero común iban disminuyendo aun cuando las ejecuciones estaban a la alza.
Tras sostener una reunión con empresarios, sociedad general, académicos y el Observatorio Veracruzano, aseguró que su gobierno no dejará de perseverar en el objetivo de recuperar la seguridad que se perdió desde hace muchos años.
Luego, el 23 de abril, en la reunión del “Grupo de Coordinación Veracruz” que se realizó en Fortín, informó que con la llegada de la Policía Militar a la zona Córdoba-Orizaba, los índices de inseguridad habían disminuido.
Sin embargo, ese día también fue recibido con la ejecución de un productor de caña, en la localidad Paso Rosario, en el municipio de Omealca.
PIDE OBISPO A AUTORIDADES ACTUAR CONTRA LA VIOLENCIA TRAS EJECUCIONES
Los hechos delictivos suscitados en diferentes municipios de la zona, también mantuvieron atentas a las autoridades eclesiásticas.
Sobre todo, al obispo de Córdoba, Eduardo Patiño Leal, que constantemente hace llamados a las autoridades para que frenen esta situación, pero también a los autores de los crímenes para dejar de seguir causando daño a la sociedad, y a la ciudadanía le pide orar por las víctimas y no generar psicosis para desestabilizar al Gobierno.
En una de sus intervenciones, Patiño Leal habló con reporteros sobre balaceras, como las suscitadas en el mes de noviembre en las colonias San José y Emilio Carranza, las cuales dejaron una persona muerta y otra herida.
También se refirió al terror que vivieron transeúntes, automovilistas y comerciantes que tuvieron que cerrar sus locales.
“Casi todos los días está habiendo algo en una parte o en otra, en lugares o en horas menos esperadas, donde hay muchas personas conviviendo, como en un parque”, indicó.
Mencionó que “aunque no estoy seguro si detrás de todo esto se trate de crear psicosis, como desprestigiar, que si el Gobierno está o no está funcionando”.
Sostuvo que “tenemos que hacernos fuertes, en el sentido de que estamos viviendo tiempos que nos son los ordinarios”.
Por eso, volvió a hacer un llamado a las autoridades para realizar su trabajo, en el sentido de vigilar y perseguir a los delincuentes, sin descuidar el aspecto de proteger a los ciudadanos”.
Patiño Leal consideró que por parte de la Iglesia, el trabajo que tienen es invitar a todos los involucrados en estos hechos a la conversión y a orar por la paz en los pueblos.
Sin embargo, reconoció que “no es suficiente el trabajo que realizan los grupos parroquiales, quienes por ejemplo exhortan a las familias a llevar a cabo una formación desde adentro de ellas.
También sugirió que los ciudadanos traten de unir sus esfuerzos para recuperar sus espacios, “para no permitir que quienes quieran generar terror se salgan con la suya, y también hay que hacer un llamado a los padres de familia para que nadie resulte perjudicado”.
El ministro de la Iglesia se refirió a la necesidad de que las autoridades brinden seguridad en los espacios públicos, por ser en su mayoría lugares de convivencia familiar.
Asimismo, pidió confiar en las autoridades, quienes se esfuerzan con acciones como el hecho de contratar a nuevos policías preventivos.
“Por eso hacemos votos de confianza para que se refuerce la seguridad” concluyó.