Redacción El Piñero
Loma Bonita, Oaxaca.- La familia Reyes Romualdo ha pasado seis días llenos de angustia, tristeza, indignación y frustración por el trato médico que recibió en el Hospital Comunitario de Loma Bonita, y posteriormente en el Hospital General de Tuxtepec, lo que hoy tiene como saldo a una recién nacida muerta y su madre debatiéndose entre la vida y la muerte.
Angélica, hija de Martha Romualdo, acompañó a su madre en este terrible calvario, donde padeció la indiferencia de los médicos, según relató en entrevista para El Piñero Periodismo y Debate.
El peregrinar comenzó el pasado miércoles 11 de agosto, cuando Angélica acompañó a su mamá al hospital a una consulta de rutina, al regreso su mamá le comentó que durante el chequeo sintió que la lastimaron y comenzó una hemorragia y dolor, debido a los síntoma, Angélica decidió llevar a su mamá al hospital donde quedó internada, sin embargo, empeoró, según lo que le informaron los médicos, era una consecuencia de los medicamentos.
Debido a su estado, la señora Martha tuvo que ser tranquilizada para ser sometida a una transfusión, procedimiento que se repitió, no obstante, no mejoraba por lo que los médicos tomaron la decisión de mandarla a Tuxtepec, donde la ginecóloga a cargo indicó que la mujer estaba bien, pero que ya le dieran de alta, pues tenía que ser regresada a Loma Bonita.
En su estancia en Tuxtepec, Martha percibió molestia en los médicos y enfermeras, más en la ginecóloga, situación que platicó a su hija, detallando que la especialista dijo que el parto sería en 28 días.
El sábado, ya en el Hospital de Loma Bonita, Angélica notó que su madre estaba peor, con mucho dolor, comunicándolo a los médicos la situación, pero no le hacían caso, posteriormente volvió a pedir ayuda a los médicos, y tras “hablarles fuerte” la atendieron, siendo auxiliada con oxígeno.
La mañana del domingo, luego de velar a su madre y ante la apatía del personal médico, Angélica pidió nuevamente auxilio; precisó que ante la ausencia de personal médico, vio nacer a su hermana, incluso logró verle la cabeza.
A la llegada de los médicos, hacen que se retire Angélica; después, salen de atender a su mamá y hablan directamente con su papá, a quién le indican que se necesita de una ambulancia, sin decir que su hermana estaba muerta.
Posteriormente les dijeron que la niña falleció porque a su mamá se le había abierto una añeja cicatriz, en la panza, lugar por donde, refirieron, había salido la bebé. En respuesta, Angélica les respondió “es una gran mentira (…) la bebé yo la vi que nació por abajo, por su vagina”.
“Mi mamá comenzó en labor de parto sólo conmigo, cuando vi la cabecita de mi hermana, los doctores no estaban ahí, seguían durmiendo”, añadió.
Los médicos, indicaron que la bebé, a quien pusieron el nombre de Evelyn Fabiola, había muerto “porque había salido por la panza”; posteriormente no quisieron entregar a la bebé, en cuerpo se los dieron hasta las tres de las tarde, y eso porque dijeron “que iban a llamar al Piñero”.
El cuerpo de la bebé presentó moretones, según testimonio de las personas que la vistieron para su velorio.
El certificado médico, que fue entregado a la familia, se lee que “la bebé nació muerta”.
Angélica, indica que su madre tiene hemorragia y necesita un traslado a Oaxaca, ella expresa que no entiende y no comprende porque dicen y aseguran que salió por su panza y le sacaron su matriz, sin pedirle permiso a su papá.
Angélica, recuerda que su mamá ya no sentía movimiento de su hermanita, por lo que se programó una cesárea para el domingo por la noche, sin embargo, todo dependía si llegaba el anestesiólogo.
Aunado a toda la tragedia, Angélica, dice que ni si quiera se usó una ambulancia por parte del hospital.
La familia Reyes Romualdo está pasando por una situación complicada, anímicamente con la muerte de Evelyn y por el estado de salud de su madre, todo aunado ante una crisis económica que aqueja a todos, incluso a Ángel Reyes, el jefe de familia, quien es campesino y no ha recibido ningún tipo de apoyo
Ante esta situación la familia pide justicia, una investigación apegada a la Ley sobre esta lamentable situación.
Ante este caso, dieron el siguiente número de cuenta para cualquier apoyo 4169 1604 4064 7437, a nombre de María de los Remedios González Sandoval.
También puede acudir al domicilio, ubicado en la calle Guanajuato, entre Santa María y Colima.