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Cinco feminicidios en menos de un día en Veracruz; Violencia… inevitable

El Piñero


Luis Velázquez Escenarios
28 de marzo de 2019


UNO. Sábado de pesadilla

En menos de 24 horas, del sábado 24 al domingo 25, cinco mujeres fueron asesinadas en Veracruz.
Dos en Tlachichilco la mañana del sábado.
Tres, una más la tarde del sábado en Tecolutla.
Cuatro, una más la mañana del domingo en Agua Dulce, en el sur de Veracruz.
Y cinco, otra más la mañana del domingo en Huayacocotla, en la sierra de Chicontepec, en el norte.
En Tecolutla, además, otra mujer lesionada que se debatía entre la vida y la muerte.
Fue atacada con balas y garrotazos, por si los tiros fallaban.
Una tragedia humanitaria, sin precedente en la historia local.
Hacia el día 117, la numeralia de la muerte femenina llegaba a a 60 asesinatos.

DOS. Ramplona lucha por el poder político

La estadística del asesinato femenino retrata la vida cotidiana en Veracruz. Los días y noches más sórdidos y siniestros para la población femenina, considerando, además, que de 6 de cada 10 habitantes (8 millones en total) son mujeres. Un mal fario, un pésimo karma, como una maldición de la caja de Pandora.
Y en vez de que el  gobierno estatal se reconcilie con las mujeres, por ejemplo, a partir del fracaso de las dos Alertas de Género, y el fracaso de la policía estatal y municipal, y el fracaso de la Fuerza Civil, y el fracaso de la Fiscalía ante tanta impunidad (la mayoría de los feminicidios en la impunidad), sigue el pleito verdulero entre el gobierno de Veracruz y la Fiscalía para adueñarse, unos, del cargo público, y otros, para mantenerse en la raya así te hayas vuelto un político incómodo, un “Señor Justicia” indeseable.
Las pasiones revolcadas de las elites gobernantes refunden en el peor sitio del infierno la seguridad en la vida y en los bienes y la procuración de justicia.
Van cuatro meses de ajetreo turbulento entre las partes y los feminicidios continúan y nada  lleva a la cordura y la mesura.
La lucha barata y ramplona, descarrilada, puede más que el Estado de Derecho.

TRES. “La violencia es inevitable, y ni modo”

Imposible permanecer indiferente a los crímenes de mujeres. Sea por violencia intrafamiliar, como las buenas conciencias cacarean, la gente bonita VIP, sea por las pasiones desaforadas, sea una estrategia malandresca para multiplicar el terror y el horror, ni modo de “tapar con un dedo” mediático la fuerza telúrica del sol.
Y menos, en el tiempo de las llamadas “benditas redes sociales”.
Nunca a las mujeres de Veracruz les ha ido tan mal como ahora y solo falta adoptar el lema de Agustín Acosta Lagunes de que “la violencia es inevitable, y ni modo”.

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