Barandal
Luis Velázquez
Veracruz.- ESCALERAS: Héctor Yunes Landa ya creó y recreó historia. Por quinta ocasión es legislador. De hecho y derecho, se fregó a varios priistas. Juan Maldonado Pereda y Mario Vargas Saldaña, por ejemplo, fueron diputados federales en cuatro ocasiones. Cuatro, también, Fidel Herrera Beltrán. Cinco lleva Héctor Yunes.
Un día, cuando el CEN del PRI ofreció a Juan Maldonado la quinta curul, les reviró de la siguiente manera:
“Ustedes sólo me ven cara de diputado. También tengo sueños”.
Héctor fue diputado federal por vez primera antes de cumplir los 25 años. Le tocó cohabitar en el Congreso de la Unión con Luis Donaldo Colosio Murrieta, el mártir del priismo en el siglo pasado.
También fue compañero del diputado Juan Maldonado. Entonces, decía:
–De por sí rara y extraña ocasión cuando un diputado federal sube a la tribuna parlamentaria, el resto de compañeros pone atención y escucha. Pero cuando Maldonado subía, todos callaban.
Ahora, Yunes Landa pasó de la Cámara de Senadores a la Cámara de Diputados.
Y por vez primera también en su vida pública es el vocero oficial de la bancada priista.
Antes, cabildeaba para procurar su imagen. Ahora, barbechará en el surco de la comunicación social para los 47 diputados federales de la bancada tricolor.
PASAMANOS: En el tiempo de la desgracia y la bancarrota priista a Héctor le fue muy bien.
A: Su paso de la senaduría a la diputación.
B: El líder camaral, René Juárez Cisneros lo nombró vicecoordinador.
C: También lo designó vocero de todos ellos.
D: Y de ñapa, fue designado vicecoordinador de los legisladores decanos.
E: Amarró la diputación local por la vía pluri para su hija Andrea, PVEM, y para su hermano putativo, Jorge Moreno Puga.
Y aun cuando en el pasillo priista lo están mirando como candidato a gobernador de Veracruz en el año 2024, su decisión (por ahora) está tomada. Dice:
“Luego de la diputación federal, me retiraré a la vida privada. Impartiré clases en la UNAM”.
Claro, cuando fue Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador dijo:
“A mí… denme por indio muerto”.
Quiso así allanar su camino con un bajo perfil a la presidencia de la república y que en tres ocasiones, una tras otra, buscó, alcanzada el 1 de julio cuando, y por ejemplo, MORENA, su partido, se quedara con 251 diputados federales de los 500 en el Congreso de la Unión.
CORREDORES: Héctor creció primero en política a la sombra de Alfredo del Mazo González, el gurú y tlatoani que fue jefe máximo del Grupo Atlacomulco del Estado de México, gobernador del EDOMEX y secretario de Estado con Miguel de la Madrid, quien lo trataba como el hermano menor que no había tenido.
Y alcanzó la plenitud con Manlio Fabio Beltrones, ex de todo, menos de presidente de la república, todavía, claro, vigente.
Fue amigo de Luis Donaldo Colosio y “si Colosio no hubiera muerto”, desde hace ratito, Héctor habría gobernado Veracruz, aun cuando quizá, Juan Maldonado, más amigo de Colosio, le pudo ganar el brinco.
En su tiempo de diputado federal por vez primera, Héctor Yunes, un joven soñador, tocó a la puerta de Fidel Velázquez Sánchez, el jerarca máximo de la CTM en el siglo pasado y a quien los presidentes de la república se le cuadraban.
Y Fidel Velázquez lo recibía y platicaba con el joven priista.
Una tarde, platicando, Héctor tuvo la sensación de que Fidel dormía en el asiento de su escritorio y guardó silencio.
De pronto Fidel le dijo que siguiera platicando pues cerraba los ojos sólo para escuchar mejor.
BALAUSTRES: Los políticos no son como los boxeadores y los futbolistas que se retiran y jubilan.
AMLO, por ejemplo, ganó la presidencia de la república en la tercera jugada y en dos ocasiones jugó para gobernador de Tabasco y perdió.
Luiz Inácio Lula de Silva ganó la presidencia de Brasil en la cuarta oportunidad, igual que François Mitterrand a la cuarta la presidencia de Francia.
Porfirio Díaz ganó la presidencia en la tercera ocasión derrotado por Benito Juárez, a quien una angina de pecho lo llevó a la muerte y lo salvó de volverse un dictador pues ya llevaba quince años en el poder federal.
Juan Maldonado Pereda y Mario Vargas Saldaña, cuatro veces diputados federales cada uno, quedaron con las ganas de gobernar Veracruz y como dice el viejito del pueblo, “murieron en el intento”.
Héctor Yunes dice que luego de la curul federal se retirará. Buena estrategia para cabildear como el topo de Carlos Marx.
Al ratito bien podría repetir la frase bíblica de Manuel Velasco Coello, quien modificó la Constitución Política de Chiapas para volverse candidato a senador y luego la volvió a cambiar para regresar como gobernador, con tanta fe religiosa que argumentó el hecho de la siguiente manera:
“Volveré a gobernar Chiapas porque el pueblo me lo está pidiendo”.
Ya se verá si en el año 2024, el pueblo de Veracruz también se lo pide a Yunes Landa…