- Aventura excepcional
Luis Velázquez
Veracruz.- EMBARCADERO: Deplorable ha sido el destino de muchas salas cinematográficas… Por ejemplo, la mayoría de cines en el siglo pasado en la ciudad de Veracruz terminaron como cines pornos… Quizá, el número uno, el cine Victoria, que primero derivó en un paraíso terrenal para los gays, y luego, para las lesbianas, y después, todos contra todos, incluídas las parejas heterosexuales… Después, los otros cines fueron cayendo en la misma tónica cuando, digamos, otros cines florecían hacia el sur de la ciudad…
ROMPEOLAS: El fatídico destino de los cines locales incluyó, por ejemplo, a las dos salas del Instituto de Pensiones, una era la Agustín Lara, y la otra, Toña la Negra… En su momento fueron inauguradas y cacareadas con las mejores instalaciones de un cine en Veracruz, a la altura, digamos, de la Ciudad de México… Pero hacia el final de los días, de igual manera terminaron como cines pornos… Incluso, y acaso como una redención o reinvención, hubo un tiempo cuando una sala fue convertida en un centro espiritual, parece cristiano, parece evangélico…
ASTILLEROS: El grueso de los cines terminó como una especie de hotel de paso, donde se volteaba para la derecha y la izquierda y pa´delante y pa´atrás, se veían parejas gays o heterosexuales haciendo el sexo sin prisa, con toda la naturalidad del mundo pues se trataba de lo habitual… En la parte trasera de tales cines y en galería, el sexo y quizá el amor estallaba en su dimensión solar… Era, digamos, donde ni siquiera llegaban las luces de la pantalla, menos existía vigilancia policiaca pues todos eran cómplices, desde los gerentes y dueños hasta la policía y las parejas…
ARRECIFES: En aquel tiempo fue famoso un maestro, académico prestigiado, que todas las noches iba al cine Salvatierra, frente al parque Zamora… Siempre llegaba a la última función, parece, de diez de la noche… Y siempre, invariable, buscando chamaquitos… Y ahí, en el cine, daba rienda suelta a su pudor… Todo indica, sin embargo, que el destino fatal solo pudieron salvarse el par de cines del IPE en la plaza Mocambo en Boca del Río, pues cuando el desarrollo comercial los alcanzó con los cines de plaza Las Américas, bajaron el telón, antes, mucho antes, de sobrevivir con películas pornos…
PLAZOLETA: En las tardes, los cines estaban llenos de parejas estudiantiles… Y la mayoría para hacer el sexo y el amor… En vez de irse a un motel, en los cines se refugiaban… Un día llegó el movimiento cristero con sus Damas de la Acción Católica y aquel paraíso terrenal fue clausurado… Todos, bajaron el telón… Los cines fueron derrumbados, el espacio vendido como terreno y nuevos comercios se instalaron… Significó el fin de una nostalgia primorosa… Un estudiante de entonces recuerda que con su noviecita en turno se aplicaron en todos los cines, digamos, como parte de una aventura excepcional…
PALMERAS: Los cines aquellos fueron el hotel de cinco estrellas de los estudiantes, pero también de los obreros y los burócratas y de las parejas ansiosas de una aventura singular… Es parte del Veracruz que ya se fue, aun cuando ahora existen parejas que ante la falta de los cines pornos se arriesgan con todo y en la noche en una calle solitaria, agazapados entre las sombra, expresan su atracción fatal, temerosos de que pronto, ¡zas!, les caiga una patrulla policiaca, como en aquel tiempo cuando el comandante era Rafael Caracas y le gustaba cazar parejitas en los médanos y desnudos se los llevaba a la cárcel y luego hablaba por teléfono a sus padres y/o a sus esposas o esposos para pagar la multa onerosa…