Por: Luis Velázquez/Parte II
PASAMANOS: Dos doctorados, dos maestrías, una licenciatura, académico e investigador de la Universidad Veracruzana, UV, Alfonso Velázquez Trejo, “tira la piedra y muestra la mano”:
“Hay un clima de insatisfacción contra la rectora de la UV, Sara Ladrón. Y de cara a la reelección, en el proceso rectoral los vientos anuncian una antidemocracia. Y se expresa en la encuesta, donde alrededor del 70 por cientos de los universitarios (7 de cada 10) están en su contra”.
Entonces, se va al dato duro, “hueso duro de roer” como dice el clásico:
La UV ha dejado de significar “la máxima casa de estudios” de otros tiempos.
El 30 por ciento de la población de educación superior está en la UV.
Otro 30 por ciento en la UPAV, Universidad Popular Autónoma de Veracruz.
El 20 por ciento, en los Tecnológicos.
Y el 20 por ciento restante cursa en las universidades privadas.
“En el periodo de 2013 a 2017, el crecimiento general de la UV fue de 1.9 por ciento, lo cual contrasta, incluso, con el desempeño de la economía mexicana que en el mismo periodo creció alrededor de 8.5 por ciento”.
Es decir, y sólo para “poner el índice en la llaga purulenta”, mientras la economía creció al 8.5 por ciento, la matrícula total en la UV apenas, apenitas, apenititas el 1.9 por ciento.
Claro, en la cancha rectoral se excusarán con la incapacidad presupuestal para ampliar la nómina de académicos y construir instalaciones.
Pero sin tales, la UPAV ha crecido mucho más, con todo, incluso, lo que se diga en el mercado educativo regional.
Así, el crecimiento de la UV es inercial, dice Alfonso Velázquez.
“Este crecimiento significa que la UV apenas creció medio porcentual anual, lo que explica el estancamiento general de la casa de estudios y su bajo impacto en el esfuerzo de acompañar el desarrollo de Veracruz y reducir el número de estudiantes no aceptados y que cada año suman más de veinte mil.
BALAUSTRADAS: De acuerdo con la matrícula total por área académica, las áreas que han decrecido su participación en el conjunto de la matrícula son las siguientes:
Artes, Económica-administrativas y humanidades, con reducciones del 3.5%, 2.6% y 2.55, y lo que ha marcado una tendencia a la decadencia académica.
En contraste, las áreas académicas que han incrementado su presencia son:
Biológica-agropecuarias, Ciencias de la Salud y técnica, y que han crecido en un 8.9 por ciento, 7.1 por ciento y 4.6 por ciento, respectivamente.
Las dos primeras han crecido al ritmo de la economía nacional.
El área técnica apenas la mitad de la anterior.
Y en el caso de la matrícula por región, bajo el reinado de Sara Ladrón, los niveles TSU, licenciatura y posgrado, están así:
Región Xalapa: de 26,547 alumnos en 2014… a 26,386 en 2017.
Veracruz: de 13,156 hace cuatro años… a 13,858 este año.
Orizaba-Córdoba: de 8,366 en 2014… a 8,693 ahora.
Poza Rica-Tuxpan: de 6,419 en 2014… a 7,996 este año.
Y Coatzacoalcos-Minatitlán: de 6,419 hace cuatro años… a 6,436 este año.
Dice el doctor en Finanzas y doctor en Ciencias Políticas:
La matrícula de posgrado por región observa una tendencia inicial hacia la baja.
Prácticamente se observa un estancamiento generalizado de la institución en cuanto a la ampliación de la matrícula.
“Y si bien pude obedecer a la astringencia de recursos, también pone de manifiesto que la gestión universitaria no ha abierto o explorado otras opciones de financiamiento”.
ESCALERAS: En el número de opciones por nivel (TSU, licenciatura y posgrado), “las cifras muestran un decrecimiento del número de escuelas.
En el primer año de la rectora se contaba con 192 facultades o escuelas y que ahora, este año, se han reducido a 188.
“Se ha cerrado una facultad o escuela por año.
Esto significa que la UV ha emprendido un proceso gradual de decadencia que de mantenerse en el largo plazo inducirá a su gradual desaparición”.
Y más, dice Velázquez Trejo, si Sara Ladrón se reelige.
El académico “tira su espada en prenda”: “La oferta educativa de la UV cuenta con una diversidad de opciones de formación profesional.
Pero… estas opciones ni siquiera han aumentado como debiera esperarse de una universidad que requiere crecer, sino que se han reducido en un dos por ciento.
Esto es, se tienen cuatro opciones (carreras) menos hoy que hace cuatro años.
En resumen, cada año una carrera universitaria ha sido cerrada”.