La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha aprobado el registro sanitario de un antiveneno destinado a tratar las mordeduras de ciertas especies de serpientes. Este biológico es crucial para el manejo de envenenamientos provocados por estos reptiles.
A nivel mundial, entre 4.5 y 5.4 millones de personas son mordidas por serpientes cada año, resultando en cerca de dos millones de casos con complicaciones graves y entre 81,000 y 138,000 muertes, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En América, se registran aproximadamente 57,500 casos anuales.
Las mordeduras pueden provocar una serie de efectos adversos, incluyendo parálisis, trastornos hemorrágicos, insuficiencia renal irreversible y, en casos extremos, amputación de extremidades. Cofepris destacó la importancia de contar con diversas opciones de antivenenos para prevenir complicaciones graves, subrayando que estos eventos pueden ser mortales.
Crotalus sp.: cascabel, hocico de puerco, tziripa, saye, cascabel tropical, shunu y tzab-can, entre otras.
Bothrops sp.: nauyaca, cuatro narices, barba amarilla, terciopelo, equis, mapana, jaracá, toboba, cola de hueso, víboro de árbol, víbora verde, nauyaca real, nauyaca del frío, nauyaca chatilla, palanca, palanca lora, palanca loca, víbora sorda, tepoch, cornezuelo, nescascuatl, torito y chac-can.
Agkistrodon: Cantil, zolcuate, mocasín, cantil de agua, castellana, cumcoatl, metapli, puchucuate y volpoch, entre otras.
Sistrurus: Cascabel de nueve placas.
La aprobación del antiveneno representa un avance significativo en la atención de emergencias relacionadas con mordeduras de serpientes y es un paso importante hacia la mejora de la salud pública.