Más que una dieta, clean eating es un estilo de vida. Y aunque a primera vista pareciera ser saludable, puede traer consecuencias graves en el organismo.
Como su nombre lo dice, la premisa de este régimen alimenticio es “comer limpio”, evitando aquellos alimentos “sucios”, es decir, procesados o refinados. Promueve la inclusión de carbohidratos complejos, contenidos en las frutas, cereales y verduras.
Además, este régimen implica hacer cinco comidas al día (tres fuertes y dos colaciones) y darle preferencia a los alimentos orgánicos.
¿Alimentos prohibidos? Si los hay. Algunos de estos son el guten, los granos, incluso los lácteos.
En cuanto a la reducción de estos últimos, la Sociedad Nacional de Osteoporosis en Reino Unido, afirma puede traer severos daños a los huesos, sobre todo en aquellas personas que dejan de consumirlos antes de los 25 años.
– Desnutrición
– Problemas en los huesos como osteopenia
– Ortorexia
– Al ser restrictiva, no es fácil de seguir por largos períodos
– Fomenta una relación malsana con la comida, al tachar de “sucios” ciertos alimentos
– Alteración del sistema nervioso
con información de salud180.com