Luis Velázquez | Malecón del Paseo
07 de mayo de 2021
EMBARCADERO: La viejita del pueblo dice que toda vida humana es un viaje, siempre múltiple… Pero de todos los viajes el más fascinante, dice, es el gastronómico… El privilegio de comer sabroso y rico… Y aun cuando en teoría los mejores restaurantes ofrecen los platillos más exquisitos, la realidad es que en cada casa, en cada hogar, suele guisarse más sabroso… Y por eso mismo, cada quien queda atado al sazón de una cocinera, pues incluso, el sencillo y simple hecho de hacer picadas y gordas, tostadas y garnachas, tacos y tamales, se necesita, como “La bamba”, “un poquito de gracia y otras cositas”…
ROMPEOLAS: Por ejemplo, el banquete preferido de Diógenes, el griego que buscaba con una lámpara al hombre superior y virtuoso, eran los pulpos… Además, los pulpos fritos y con salsa… Juan Jacobo Rousseau, tan citado por los políticos, era vegetariano, pero a Federico Nietzche, el filósofo del pesimismo, le encantaban las salchichas y el jamón y el estofado de lengua… Jon Paul Sartre, el filósofo del existencialismo, prefería los cangrejos y Álvaro Obregón, el presidente asesinado en el restaurante “La bombilla” en la ciudad de México, enloquecía con el mole poblado… Tanto que el día cuando el retratista José de León Toral, sinarquista afiebrado, le pegó un tiro su cabeza cayó encima de un plato de mole…
ARRECIFES: Por alguna razón gastronómica o esotérica, cada vez que unos turistas defeños suelen llegar a Veracruz lo primero que piden es comer picadas y gordas en el Sanborcito de La Huaca y luego tomar un lechero con canilla en el café y de paso, mirar y admirar la pasarela de chicas bonitas y guapas… Ninguna duda hay de que la mejor sazón de todos los tiempos está en los restaurantes y las fondas de los mercados populares…
ESCOLLERAS: En las fondas, el mole poblano es un platillo sabrosísimo de príncipes, dioses y mendigos… También, la sazón con que cocinan las picadas y las gordas… Y ni se digan los caldos de pescado y camarones… Más, mucho más cuando, por ejemplo, en medio de la comida llega un trío a tocar y cantar la canción favorita… En el mercado Hidalgo, del puerto jarocho, por ejemplo, las albóndigas cocinadas por doña Chole son manjar de reyes y vasallos… Y en la temporada, los borreguitos en caldo… Las enchiladas suizas del mercado son más sabrosas, y por años luz, que las de Sanborns, por ejemplo…
PLAZOLETA: La señora madre de Héctor Fuentes Valdés cocina un pipián espolvoreado con carne de pollo que cada comensal repite hasta tres veces el platillo…Y de ñapa, hasta un consomé de pipián suele pedir como si fuera, digamos, el postre… Su salsa de chicharrón y, como dice el clásico erudito, “es para chuparse los dedos”… Más, mucho más, cuando ella misma echa tortillas de maíz blanco y las echa sobre un comal en el brasero con la leña calentando el fuego…
PALMERAS: Por eso, el viaje gastronómico de cada persona en la vida constituye el periplo más fascinante, a tal grado que el arte de comer se vuelve un pecado mortal porque suele convertir en unos tragones… Claro, el viaje culinario alcanza la gloria cuando se come en compañía de la mujer amada, una cena por ejemplo, incluso, entendidas las partes del dicho popular “quien cena… desayuna”… “La gran comelitona” se llamó una película italiana del siglo pasado con Michel Picolli, donde los comensales morían en la mesa de tanto atragantarse con sabroso banquetazo…