Hoy en día se ha vuelto una práctica muy frecuente sobretodo por famosos actores de Hollywood o socialité influyentes
México.- La placenta es un órgano que se desarrolla durante la gestación de los mamíferos, consiste en una masa esponjosa, adherida al útero, y a través de la cual se establece el intercambio de oxígeno y sustancias nutritivas entre la madre y el embrión. Tras el alumbramiento, la placenta queda inservible y es expulsada del cuerpo, algunos animales mamíferos se comen la placenta como modo de protección contra depredadores, a este acto se le llama placentofagia y cada vez es más frecuente en humanos, pero ¿para qué sirve comerse la placenta?
Los defensores de la placentofagia son famosos actores de Hollywood o socialité influyentes como Kim Kardashian. Ellos aseguran que comerse la placenta tras el parto ayuda a aumentar la energía y a mejorar el estado de ánimo, las madres primerizas reclaman el órgano para disecarlo e ingerirlo en forma de pastillas, un método moderno si se toma en cuenta que la ingesta de placenta ya se recomendaba en el año 1500 en la antigua China, donde se recetaba mezclada con leche humana como remedio contra el agotamiento.
Entre los supuestos beneficios de comerse la placenta se encuentran:
Prevención de la depresión postparto
Reducción del dolor
Prevención de la hemorragia postparto
Aumentar la producción de leche materna
Mejora le vínculo madre e hija
Pero estos beneficios no han sido probados científicamente y no se han observado grandes diferencias entre las mujeres que consumen placenta y las que no la consumen. Sin embargo, los investigadores Power M, Schulkin J, indican en el libro The Evolution of the Human Placenta, no haber encontrado beneficios nutritivos en la placentofagia. Sin embargo la Organización Mundial de la Salud indica que cada mujer debe decidir qué hacer con su placenta.
De lo que sí existen registros es de casos de contagios de bacterias por la ingesta de placenta.
Dado que muchas veces la placenta se prepara para su ingesta de modo artesanal, no se retiran componentes riesgosos para la salud de la madre y del bebé. Tal es el caso documentado por el Centro de Atención y Prevención de Enfermedades (CDC, de Estados Unidos), en el que se encontró que un bebé resultó infectado con una bacteria estreptococo del grupo B infantil que se asoció al consumo de placenta en cápsulas.
La infección provino de la placenta de la madre que no pasó por los debidos procesos de preparación para la eliminación de bacterias.
En conclusión, no se han reportado beneficios por la placentofagia, pero si has decidido consumirla, debes ser cuidadosa en su modo de preparación para que no sea agente portador de infecciones que puedan afectar la salud de la madre o del bebé.
Con información de El Debate