Entre los múltiples daños que causa la comida chatarra en nuestra salud, como la obesidad y la depresión, ahora también se incluye en la lista el daño cerebral. Investigadores australianos de la Universidad de Nueva Gales del Sur demostraron, a través de un estudio, que una dieta con alto contenido de azúcar y grasa puede perjudicar la capacidad cognitiva del cerebro.
Los científicos alimentaron ratas durante una se- mana con comida chatarra. Luego del plazo establecido encontraron que los animales presentaban deterioro en la memoria. De igual forma sucedió con las ratas cuya dieta era “sana”, pero bebían agua azucarada (como si se tratara de refrescos).
Un análisis posterior demostró que los animales tenían inflamadas ciertas regiones cerebrales asociadas a la memoria espacial, entre ellas el hipocampo.
Por su parte, Margaret Morris, autora del estudio, explicó que así como la comida chatarra provoca inflamación en el cuerpo, también produce cambios en el cerebro, los cuales sucedieron aún antes de que las ratas aumentaran de peso. Una investigación preliminar apunta a que el daño en las ratas no es reversible con una dieta saludable.
La velocidad a la cual se deteriora el cerebro a raíz de una mala dieta es sorprendente. Los productos cha- tarra contienen sustancias como cafeína y sodio que estimulan el apetito, convirtiéndose para el ser humano en alimentos adictivos.
Los aditivos como conservantes, colorantes y potenciadores del sabor provocan hiperactividad y problemas en el comportamiento, y en otros estudios se les ha vinculado con el cáncer. Otros ingredientes contenidos en este tipo de comida son derivados del maíz, azúcares, agentes de fermentación e ingredientes completamente sintéticos, que también generan hábito de consumo. El Dimetylpolysiloxane se oculta en las patatas fritas. Es un tipo de silicona utilizado en freidoras para detener la formación de espuma, lo que ayuda a que el aceite dure más tiempo. También se usa como un agente antiaglomerante y emulsionante.
La industria de alimentos chatarra es muy poderosa a nivel mundial y promueve a través de los medios de comunicación el consumo masivo de estos alimentos, porque rinden muchos beneficios económicos; sin embargo, ningún químico contenido en ésta es dañino cuando se consume moderadamente. (Mayte Villasana) (Fuente: Muy Interesante)