Durante las primeras fases puede ser difícil de detectar debido a que es asintomático
Normalmente el cuerpo controla la división y el crecimiento de las células, pero cuando estas se dividen y multiplican excesivamente en el cuerpo, ocurren los llamados tumores, que son masas anormales de tejido corporal.
En un cuerpo sano, las células crecen, se dividen y se reemplazan entre sí en el cuerpo. A medida que se forman nuevas células, las viejas mueren. Sin embargo, cuando una persona tiene cáncer, se forman nuevas células cuando el cuerpo no las necesita y esto puede llegar a generar dos tipos de tumores: benignos y malignos.
Los primeros crecen lentamente y por lo general no se extienden a otra parte del cuerpo. Los segundos, por su parte, crecen rápidamente y muchas veces generan metástasis, o lo que es lo mismo, se trasladan a otras partes del cuerpo causando nuevos tumores.
Existen diferentes tipos de tumores que pueden ser provocados por diversos factores como tabaquismo, virus, consumo excesivo de alcohol, problemas genéticos, exposición a radiación, debilidad en el sistema inmunológico, exposición excesiva a los rayos UV del sol, Benceno u otras sustancias químicas.
Los síntomas son variables y dependen del tipo de tumor y su localización. Los siguientes síntomas aparecen en la mayoría de los tumores:
+ Fiebre
+ Malestar general
+ Inapetencia
+ Escalofríos
+ Fatiga
+ Sudores fríos
+ Pérdida de peso
¿Cómo detectar los tumores malignos?
La Asociación Española Contra el Cáncer señala que cuando una persona acude a consulta por alguna molestia o síntoma, el médico, antes de realizar cualquier prueba, elabora una historia clínica que incluye los antecedentes familiares y personales del paciente, incluyendo sus hábitos de vida.
El objetivo de esto es obtener la información necesaria para diagnosticar un problema de salud y confirmar qué produce los signos por los cuales el afectado acude a consulta.
“No siempre es posible diagnosticar precozmente un cáncer debido a:
+ Durante las primeras fases, el cáncer no se manifiesta, no da síntomas (asintomático).
No en todos los tumores pueden realizarse pruebas en la población sana que diagnostiquen lesiones premalignas.
Los métodos diagnósticos se pueden clasificar en diferentes grupos, según las técnicas en que se basan:
– Pruebas analíticas: analizan componentes de diferentes partes del organismo (sangre, orina…).
– Pruebas de imagen: permiten obtener imágenes del interior del cuerpo:
° Radiografía
° Tomografía computarizada
° Resonancia magnética nuclear
° Gammagrafía
° Tomografía spect y pet
° Ecografía
° Endoscopía
° Análisis microscópico de los tejidos
– Estudio de tejidos: para ello es preciso obtener una muestra de los mismos a través de la biopsia o de la citología. Consiste en estudiar las células de los tejidos sospechosos y confirmar si existe malignidad o no”, señala esta asociación.
El examen de sangre es una prueba sencilla que, en determinadas circunstancias, puede aportar mucha información valiosa sobre la salud de una persona.
Para confirmar el diagnóstico de cáncer es necesario tomar una muestra del tumor (biopsia) y algunos de los términos aplicados a los cánceres más comunes son los siguientes:
A) Carcinoma: tumor maligno que se origina en la capa que recubre los órganos
B) Sarcoma: se origina en los tejidos conectivos
C) Leucemia: cáncer de la sangre
D) Linfoma: cáncer del sistema linfático (es el que combate las infecciones)
Cabe mencionar que existen cinco grados de cáncer: GX (no es posible asignar un grado), G1: bien diferenciado (grado bajo), G2: moderadamente diferenciado (grado intermedio), G3: escasamente diferenciado (grado alto), G4: indiferenciado (grado alto).
Si presentas alguno de los síntomas antes mencionados, acude al doctor para que realice tu historial, te realice las pruebas necesarias y determine el mejor tratamiento posible para ti.
Con información de aecc.es, sanitas.es, medlineplus.gov, cancer.gov, medicalnewstoday.com | sumedico.lasillarota.com