Javier Flores y Mar Aguilar
Dentro de los eclipses solares se pueden distinguir tres tipos: los totales, los anulares y los híbridos. Veamos en qué consiste cada uno.
– Eclipse solar total. En un eclipse solar total la Luna tapa completamente el Sol y siendo de día, el cielo se pone tan oscuro que parece que es de noche. Este espectáculo se produce aproximadamente cada año y medio en algún lugar de nuestro planeta y la posibilidad de ser testigo de él no es muy elevada. La razón de esto es que la sombra de la Luna sobre la Tierra no es muy grande por lo que solo se podrá ver el eclipse solar en unos pocos lugares del planeta. Para verlo, tendrás que estar en el lado soleado del planeta cuando el eclipse se está produciendo además de en la trayectoria de la sombra lunar.
– Eclipse anular. Este evento astronómico sucede cuando la Luna se coloca entre el Sol y la Tierra a una distancia que, al no bloquear completamente el astro, deja un espectacular anillo alrededor. Este tipo de eclipse solar suele ser, según la NASA, más largo pudiéndose ver el anillo durante algo más de diez minutos aunque generalmente dura cinco o seis.
– Eclipse híbrido. El eclipse híbrido es poco frecuente y ocurre cuando la luna está a una distancia tal que podría tapar completamente el Sol. Sin embargo, a medida que va avanzando lo que hace es alejarse de este y en vez de cubrirlo lo que se produce es un eclipse anular. Sucede también a la inversa, es decir que el eclipse híbrido se origina partiendo de uno anular en el que la Luna se acerca al Sol y acaba cubriéndolo totalmente.