- Trinca Perera, Namiko y Coronel
- Bloquearon a Derechos Humanos
Barandal
Luis Velázquez
Veracruz.- ESCALERAS: La controversia política, como en la vida, siempre vende. Siempre, digamos, es noticia. Chismito en el carril. Noticia caliente. Y también, claro, las contradicciones.
Por ejemplo, cuando vamos en el segundo año de la yunicidad hay dos cargos públicos que resultan inverosímiles. Uno y otro en la polémica. En la plaza pública como comidilla del día.
Uno, el Fiscal Especial en Atención de Denuncias por Personas Desaparecidas, Luis Eduardo Coronel Gamboa, famoso en el carril social y mediático por su frase bíblica (La Jornada, Norma Trujillo, 31 de mayo, 2017) de “¿Cuál es la prisa… si los desaparecidos desaparecidos están?”, ¡vaya muchachito!
Y el otro, la presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Namiko Matsumoto, tía política del diputado federal, Érick Alejandro Lagos Hernández, a quien durante doce años, el fidelato y el duartazgo, Rogelio Franco Castán llamaba “jefe máximo” como presidente del CDE del PRD, el PRD rojo que era antes y que ahora mudó en un PRD azul.
Pocos se explican y entienden y comprenden las razones, los motivos, los pretextos, por los cuales ambos fueron trepados al ferrocarril yunista.
Por una sola razón:
En su tiempo en la Comisión Estatal de Protección a Periodistas, CEAPP, Namiko como presidenta y Coronel junior como secretario ejecutivo y asesor jurídico, se fueron a la yugular en contra de la reportera (y ahora diputada local) Marijose Gamboa, a partir del accidente automovilístico trágico que tuviera en la carretera de Veracruz a Boca del Río y que terminara con la muerte de un joven.
Javier Duarte era el (des)gobernador. Arturo Bermúdez Zurita (a quien tanto homenajeó Namiko), el secretario de Seguridad Pública. Y Luis Ángel Bravo Contreras, el Fiscal que, apenas, apenitas fue apretado tantito por el gobernador Yunes, renunció a los nueve años para los cuales fue designado por Duarte y se perdió en la oscuridad sórdida de Veracruz.
PASAMANOS: La denuncia penal de la familia siguió su curso a tono con la orden implacable de Duarte de refundir en la cárcel a Marijose.
Hacia el mes de julio del año 2016, la Comisión Nacional de Derechos Humanos expidió una recomendación a la Comisión Estatal de Derechos Humanos, donde establecía con claridad que todos los derechos humanos de Marijose estaban violentados por el gobierno de Veracruz.
Y por añadidura, debía dictarse su libertad lo más pronto posible.
Fernando Perera Escamilla era el presidente y como debía el cargo a Javier Duarte, tan interesado en podrir la vida de Marijose, guardó silencio y archivó la recomendación…, por más solicitudes de Gamboa Torales y sus abogados para darle curso.
El 22 de diciembre de 2016, hubo cambios en la CEAPP y Namiko brincaría a la Comisión Estatal de Derechos Humanos y se llevaría a Ernesto Coronel junior como director de Procesos y otra vez asesor jurídico.
Entonces, Marijose insistió de nuevo con Namiko, quien llegaba, además, precedida por su, digamos, honorabilidad como académica e investigadora de la Universidad Veracruzana, pero en el fondo, todo indica, por una maniobra de Érick Lagos, su tío político.
Pero tanto Namiko como Eduardo Coronel junior decidieron seguir archivando la recomendación de la CNDH a favor de Marijose.
Nada los hizo cambiar de actitud. Su lealtad y fidelidad a Duarte, Bermúdez y Bravo Contreras, estaba en la cancha roja.
Peor aún si se considera que no obstante la felonía a Marijose, Eduardo Coronel fue premiado por el Fiscal Jorge Wínckler como Fiscal de los Desaparecidos, donde ni fu ni fa, aun cuando otros dicen que fue nombrado por el dedazo del visitador Marcos Evens, quien se ha adueñado, se afirma, de las neuronas y el corazón de Wínckler.
Y, bueno, Namiko sigue en el cargo, no obstante que, por ejemplo, la LXIII Legislatura eligió a Luis Ángel Bravo Contreras por nueve años como Fiscal, y cuando el gobernador Yunes asumiera el cargo bastó un simple apretón de tuercas para que dejara el cargo y sin chistar, flojito y cooperando.
CASCAJO: Resulta inverosímil que Namiko y Coronel sigan en sus cargos cuando la diputada local, Marijose Gamboa ha sido reconocida en su gran vocación social por el gobernador Yunes.
Y cuando, además, es de las pocas, escasas, escasísimas legisladoras que trabaja.
Y además, cuando antes abanderó la causa de las mototaxis en las regiones indígenas y campesinas y que fue descarrilada por la presión del pulpo camionero.
Y cuando antes encarriló la causa de la diversidad sexual (el aborto, la boda gay y la adopción de niños por parejas gay) y que también fue abortada por los intereses aviesos.
Y cuando es de los pocas, excepcionales, diputadas con una Casa de Gestión Social que en verdad funciona y opera, y en donde despachan dos sicólogos (276 casos atendidos en un año), un abogado (369 denuncias atendidas), una maestra especialista en bullying (doce talleres en doce meses), dos profesoras expertas en talleres de autoempleo (clases de capacitación e carpintería y soldadura y confección de sandalias) y una secretaria, como ningún otro diputado local ni federal ni senador de la república.
RODAPIÉ: Pero, bueno, la conseja popular dice que la política “es tragar sapos y sonreír”, pues la más alta expresión en el arte de gobernar es conciliar a tiros y troyanos.
Poderosos padrinos tendrán Namiko y Coronel junior.
Y aun cuando la vida pública significa acuerdos en público y en lo oscurito, los principios elementales de la moral y la ética salen sobrando.
Y más, si se considera que tanto Coronel junior como Namiko fueron empleados de Javier Duarte y Arturo Bermúdez, a menos, claro, que el gobernador Yunes esté convencido de que los dos son símbolos excepcionales de la integridad.
Incluso, así como el priista durante cincuenta años, el cacique transportista de la sierra de Zongolica, Mario Zepahua, ahora es panista…
Y también el cacique de Pánuco, Ricardo García Guzmán…
Y de igual manera las cacicas de Acayucan, Regina y Fabiola Vázquez Saut…
Y el cacique de Papantla, Basilio Picazo…
Y de igual forma que el diputado Sebastián Reyes, ex de MORENA, transformado en panista…de pronto, zas, resultara que Namiko y Coronel cambiaron de piel.