Veracruz, México.- Para el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas Golfo), la ciudadanía debe evitar que el poder “se herede” en la vida democrática en Veracruz, lo que coincide con el pronunciamiento formulado el pasado fin de semana por los 11 Obispos de Veracruz, en el sentido que “es un deber de conciencia para el ciudadano no dejarse llevar por las apariencias ni por quienes buscan comprar su voto a través de presiones o a cambio de dádivas o promesas de cargos políticos, o por la pretensión de perpetuar sin mérito a las mismas familias o grupos en el poder”.
De acuerdo con Saúl Horacio Moreno Andrade, director general del CIESAS-Golfo, con relación a la candidatura a gobernador de Miguel Ángel Yunes Márquez, hijo del actual mandatario panista Miguel Ángel Yunes Linares, dijo que aunque no es de sorprenderse, “sí se debe combatir”.
“Históricamente – afirmó – no debe sorprender, pero el problema es que debemos pelear contra esa historia, tenemos que hacer política de una manera más moderna (…) En las tradiciones políticas la fuerza de la sangre es la que impera por sobre el derecho”.
El investigador consideró que se trata de un concepto monárquico que se ha fundamentado en el linaje y que este tipo de pensamiento permanece en la cultura política.
“Los periodos de Miguel Alemán padre e hijo es conocido como el alemanismo; en la época de Lázaro Cárdenas se decía que su hijo, hubiera heredado esas atribuciones y se le hubiera llamado el cardenismo”.
Moreno Andrade consideró que quienes quieren mantenerse en el poder aprovechan el desencanto de la ciudadanía porque una baja participación ciudadana en las votaciones les da más posibilidades de retener el poder.
“Es muy posible que esa decepción permanezca, sobre todo en los jóvenes porque no se ven reflejados en muchas de las propuestas”. Y advirtió que la presencia de la “guerra sucia” durante las campañas debe considerarse como parte de la lucha por el poder.
“No esperemos que no veamos escenas desagradables, ataques sucios (…) es la falta de institucionalidad lo que nos lleva a la guerra sucia”.
Por su parte, en el comunicado del domingo pasado, los Obispos católicos refirieron que los grandes desafíos que enfrentamos en la vida cotidiana son el desempleo, inseguridad y corrupción, y en ese sentido sostienen que los agravios a la vida humana, la delincuencia organizada y la crisis de valores, que son fundamento de la convivencia familiar y política, hacen aún más urgente que todos participemos responsablemente en las elecciones del próximo primero de Julio.
Por ello la Iglesia demandó que los candidatos se distingan por propuestas claras, plataformas objetivas y realistas, cuyos compromisos estén en posibilidad de cumplir, e invitaron a los propios candidatos y a sus partidos a “evitar el juego sucio de los ataques o descalificaciones sin fundamento, que no corresponden a una democracia seria y madura”.
POR AGENCIAS