Redacción El Piñero
Oaxaca, México.- A varios metros de la carretera del municipio de Santa Cruz Xoxocotlán, como escondida entre surcos de alfalfa y aún la muy colorida flor de cempasúchil, se visualiza la siembra de maíz, de un hombre que antes de terminar el 2018, cumplirá sus 97 años y que continúa, a paso lento y otras veces cansado por el fatigante sol, sembrando su tierra que mide poco más de media hectárea.
La agencia de Nazareno, tierra xoxeña, ha sido la zona de una vida de entrega que a pesar de la avanzada edad, le da gusto a Don Víctor Cruz de levantarse cada mañana a cultivar su tierra que, a lo largo de los años, le ha dado el alimento necesario para él y su familia. Y es que hace tres meses, el fuerte sol le sembraba a él la duda, de que si su cosecha se daría, hoy, luego de las fuertes lluvias de la Tormenta Vicente, y del frío que ya azota la capital, la siembra de elote que muestra casi orgullosa sus frutos, le da al anciano, las ganas y la fuerza de continuar sus días.
Una tierra agradecida por el trabajo que cada día se realiza en ella desde casi los cien años, le ha dado a Don Víctor, una vida sana, ya que el campesino adulto, no sufre hoy en día, alguna enfermedad crónica, o alguna insuficiencia de alimentos, y es que las tierras de cultivo en la capital, aún ofrecen en calles del centro o la zona de la central, esa flor de muertos o esos royitos de alfalfa que a diferencia de las grandes cadenas comerciales, son tratadas de forma, como se le conoce ahora, orgánica, libre de químicos que lejos de brindar mayor calidad en el alimento, te deja un abanico de posibles enfermedades.
Don Víctor pronto iniciará, con la fuerza de un hombre como los que casi ya no hay, la cosecha de su maíz, para compartir con los suyos, la recompensa de un arduo trabajo, sumándole así, a su casi siglo de vida, más nutrientes y ganas de vivir. Sumado a ello, el reconocimiento de su familia y el orgullo de sus hijos, de un ejemplo de hombre entregado a su labor.