Oaxaca de Juárez, Oaxaca.- Con la finalidad de profesionalizar la labor de las educadoras y enriquecer su práctica docente en el desarrollo integral de las niñas y niños durante la primera infancia, 90 docentes de 50 planteles de Educación Preescolar y agentes educativos de Educación Inicial, concluyeron el diplomado “Laboratorio: Mi Primera Biblioteca”, impartido por el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO).
Durante seis meses, las asistentes encargadas de áreas de primera infancia de los Centros de Atención Infantil (CAI) y maestras de educación preescolar, así como personal de Apoyo Técnico Pedagógico, tuvieron la oportunidad de actualizarse para fomentar tanto en los infantes como entre los padres, madres de familia y tutores, el gusto por la lectura y acercamiento a los libros.
En este contexto, el director general del IEEPO, Francisco Ángel Villarreal ha destacado la importancia de la educación inicial y de promover actividades que contribuyan a mejorar las oportunidades de desarrollo futuro de las personas, incluidas las de aprendizaje escolar, desde las etapas de lactantes y maternal, así como de quienes comienzan su educación preescolar.
Juliana Montesinos Reyes, educadora en una guardería subrogada del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), indicó que mediante el diplomado ha comprendido la importancia de acercar la lectura a las y los alumnos de la institución educativa, con miras a fortalecer su lenguaje y resaltó la labor de capacitación del IEEPO para abonar en la construcción de una educación de calidad y reforzar el proceso enseñanza-aprendizaje.
Por su parte, la profesora de Educación Preescolar y jefa del Área Pedagógica en una estancia del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Abigail Jiménez García indicó que la actualización del personal educativo es relevante para su desempeño dentro de las aulas.
Dijo que el diplomado “Laboratorio: Mi Primera Biblioteca”, que inició en enero de este año y terminó en este mes, le ha permitido comprender que el hábito de la lectura se puede empezar a adquirir desde la primera infancia, edad en que es más fácil relacionar a la niñez con conductas adecuadas, con el entorno y su desempeño escolar que le servirán durante toda su vida.