Jaime GUERRERO
Los congresos planean y ejercen su presupuesto sin criterios de transparencia y eficiencia. Este año, el congreso de Michoacán tiene un presupuesto tres veces mayor al congreso de Chiapas, a pesar de que cuentan con el mismo número de diputados. Oaxaca, es uno de los Congreso del país, que más gastaron durante el 2018 y lo que va de este año, con una variación a la alza del 133 por ciento, sin embargo, se desconoce el uso y destino de los recursos, según el Informe Legislativo 2019 del Instituto Mexicano de la Competitividad.
Sin embargo, el Congreso de Oaxaca ha incrementado en un 157 por ciento su gasto de 2018, señala la cuenta pública que publicó en el diario oficial del Estado mediante la Secretaría de Finanzas.
El año pasado el Poder Legislativo, terminó ejerciendo 1 mil 21 millones de pesos, de acuerdo a la Cuenta Pública del 2018.
Para este 2019, el presupuesto de egresos asignado al Poder Legislativo es 499 millones 975 mil 972.80 pesos, de los cuales, el Congreso del Estado tenía autorizado gastar 402 millones 269 mil 854.80, mientras que el Órgano Superior de Fiscalización del Estado de Oaxaca, 97 millones 706 mil 118 pesos.
Sin embargo, de acuerdo al primer informe trimestral que hizo público el OSFE, la LXIV Legislatura obtuvo una ampliación presupuestal de 12.59 por ciento, 50 millones más, hasta el pasado mes de marzo.
Con ello, le autorizaron gastar 452 millones 949 mil pesos, de cuya bolsa, la actual legislatura ha devengado 158 millones 799 mil pesos. El segundo informe trimestral no se ha hecho público por parte del OSFE ni la Secretaría de Finanzas.
El IMCO, compara que el costo de un diputado de la Asamblea de Madrid es de 386 mil dólares, mientras que en el Congreso de la Ciudad de México es de 2 millones 865 dólares. El costo de un diputado de Oaxaca es de 9 millones 577 mil 854 pesos. A un habitante de Oaxaca le cuesta un diputado 98 pesos. Reporta además que en 2018, los diputados de Oaxaca, tuvieron un sobre gasto de 527 millones 689 mil 343 pesos.
Además destaca la distribución del gasto del Congreso de Oaxaca, se desconoce el destino, al no estar disponible.
De su lado, el IMCO, reportó que en 2018, 23 congresos locales gastaron mil 233 millones de pesos por encima de lo presupuestado (15% más). Persisten las sedesoles legislativas. Los congresos locales le destinaron el 12% de su gasto a ayudas sociales para las cuales no tienen atribuciones legales.
Así mismo, ese organismo señala que hay estados en donde se gasta más en sus congresos que en el combate a la pobreza. En 2018, estados que destacan en rezago social como Guerrero, Michoacán y Oaxaca, asignaron 2 mil 548 millones de pesos a sus congresos y solo 757 millones de pesos para combatir la pobreza (336% más a sus labores legislativas).
Los congresos más y menos costosos por población estatal son en 2018, 23 congresos locales gastaron mil 233 millones de pesos adicionales a lo presupuestado (15% más). Los congresos con mayor variación entre su presupuesto aprobado y el ejercido fueron Oaxaca (133%), Tlaxcala (31%), Tamaulipas (27%), Guerrero (22%) y Puebla (17%).
Los que más gastaron en ayudas sociales como porcentaje del gasto total del congreso fueron Guerrero (45%), Veracruz (36%) y Tlaxcala (36%).
El IMCO propone que el ejercicio del gasto de los congresos se haga con parámetros claros de actuación, apegados a la legalidad, austeridad y transparencia. Contar con congresos austeros y que cumplan sus funciones legislativas requiere:
Eliminar el gasto en ayudas sociales y enfocarse en el cumplimiento de sus verdaderas funciones. Aprobar presupuestos estatales que atiendan las verdaderas necesidades de la población.
Planear mejor su presupuesto y no gastar más de lo aprobado. Profesionalizar el trabajo legislativo permitirá mejorar el sistema de pesos y contrapesos y fortalecer el desarrollo democrático.