Redacción
Algunos de los pobladores explican que era el lugar predilecto de descanso del exgobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, incluso mencionan que ahí estuvo días después de solicitar licencia; el rancho “El Faunito”, fue prestado al gobierno veracruzano para que sea usado como hospital para atender a pacientes con coronavirus Covid-19.
El lujo, la elegancia y el buen gusto describen el rancho “El Faunito”. Mide 60 mil metros cuadrados. En todos los alrededores hay árboles frutales (naranjas, mandarinas, mangos, toronjas, mameyes y hasta carambolas). Dos canchas de tenis y una de futbol. Jacuzzi, tirolesa, obras de arte de destacados autores entre pinturas y esculturas.
La casa principal, que tiene más de 15 habitaciones, también está equipada con una cava con aproximadamente 300 vinos nacionales e importados, así como una capilla con 14 bancas y un confesionario, además un río caudaloso rodea la propiedad.
Este inmueble, que el gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares (PAN), logró recuperar para la sociedad veracruzana, está valuado en más de 200 millones de pesos.
Está ubicada a la altura de la Barranca de San Miguel, en la carretera federal Fortín-Orizaba. La entrada está a un costado de la carretera, unas grandes puertas de madera restringen el acceso, la barda perimetral de la propiedad es de altos bambúes. EL UNIVERSAL tuvo acceso a esta propiedad, que fue donada al gobierno de Veracruz por Juan José Janeiro, quien era uno de los prestanombres de Javier Duarte.
La propiedad está construida sobre las ruinas de lo que fue una hacienda hace muchos años; parece de campo de corte inglés.
Para ingresar se deben recorrer 400 metros de un camino empedrado. Antes de llegar a la casa principal hay más de 10 chalets, habilitados con camas y sillones, aire acondicionado e internet. Probablemente eran ocupadas por las visitas de este inmueble.
Las habitaciones miden nueve metros de ancho por 12 de largo. El recibidor tiene cómodos sillones, hay tapetes árabes, una mesa y un gran cuadro del pintor José García Ocejo.
La siguiente habitación es un gran comedor para 12 personas, dos enormes vitrinas con platos y copas adornan el lugar. En la mesa hay siete vasos y copas con restos de lo que parece refresco. Además, hay un vaso infantil desgastado y con la cara de Mickey Mouse.
También hay un horno de piedra con palas para cocinar a la leña. Además, una enorme estufa, con cuatro quemadores, dos parrillas y dos compartimientos de horno. Asimismo, una báscula antigua y uno de los últimos alimentos que consumieron fue un mole, pues el recipiente se quedó recién lavado.
La cocina tiene dos enormes planchas para preparar los alimentos y un gran letrero que dice: “Cocina Del Faunito”. Hay dos fregadores con mezcladoras industriales, así como un elevador para bajar la comida al sótano y donde está el comedor principal.
El buen gusto de los habitantes de esta casa se notaba en los alimentos, pues había muchos productos “para botanear” de la marca Pronokal, que son fabricadas en Francia. Hay pasteles, papas, chocolates, café, tortillas, crepas y hasta pizza.
Toda la casa principal tiene internet, aire acondicionado y distintos botones para llamarle a la servidumbre y así evitar el traslado.
Esta casa, no tiene una planta alta, pero cuenta con un sótano en donde hay un cuarto de juegos, con mesa principal y muchas fichas para apostar, regadas en todo su interior. También una biblioteca donde se pueden ver libros con los nombres: Bodas reales, Gaia, La Diosa Blanca, y algunos otros ejemplares del Fondo de Cultura Económica.
Esta pieza, tiene un sillón en forma de L y una mesa de piedra de cuatro partes, así como otra chimenea.
Confesionario y sauna. Incluso, hay un cuarto de música con discos compactos de Diego Torres, Filippa Giordano, Cranberries, música para enamorados, música turca y hasta un LP de The Beatles.
Esta gran propiedad también tiene una alberca con chapoteadero y camastros. Jacuzzi y saunas para que los visitantes lo disfruten.
Cuenta con dos canchas de tenis y una de futbol alumbradas y con sus respectivos baños para hombres y mujeres; tirolesa y un puente colgante se pueden disfrutar en esta propiedad, que tiene gran parte del terreno empastado.
También tiene su propia capilla de nombre: “Sagrado Corazón de Jesús” y en sus puertas se puede leer la leyenda: “En Ti Confío”. Tiene 14 bancas para los asistentes y un atrio. Pero también tiene otra habitación para el confesionario.
Uno de los lugares más espaciosos de este inmueble es la cava. Tiene más de 300 vinos nacionales, de Líbano, Argelia, Francia, España, Portugal, Chile, Argentina, Estados Unidos y Australia.
Obras de arte. Como toda buena propiedad, no pudieron faltar las obras de arte. Hay pinturas de Raúl Anguiano, otra de José García Ocejo, Luis Fracchia y su obra tiene el nombre de La Paloma, otra de Alegre Reyero, Cano y Palomeque. Así como esculturas de Pedro Cervantes.
El río que rodea la propiedad es caudaloso y ayuda a mejorar el paisaje de enormes montañas que hay alrededor de la región.
En la zona baja de esta propiedad hay lo que parecen unas ruinas de lo que fue una antigua hacienda y que la vegetación se ha encargado de llenar de enredaderas y la combinación de estas construcciones con lo moderno hacen una mezcla perfecta para el buen gusto.
Algunos de los lugareños mencionan que toda su infancia, Duarte de Ochoa la pasó en el municipio de Córdoba, donde estudió y por eso gustaba de pasar tanto tiempo en esta región, incluso por eso habilitó de esta manera este inmueble.