Redacción El Piñero
Tuxtepec, Oaxaca – Francisco Javier, propietario del negocio “Pelos y Patas” en Tuxtepec, acudió a El Piñero Periodismo y Debate para exponer un caso que ha generado controversia con uno de sus clientes.
Hace dos días, Francisco Javier recibió a un perro de raza French Poodle para su cuidado habitual. Según explica, el procedimiento fue el mismo que realiza con todas las mascotas, y al entregarlo, el perro estaba en buen estado. “Mi esposa entregó al perrito al dueño, estuvieron unos 15 minutos más porque yo todavía estaba secando a otro perro que vino junto con él, del otro muchacho que vino con el esposo de la señora”, relató.
El problema surgió aproximadamente una hora después de que el perro se fue, cuando la dueña le envió un mensaje diciendo que su mascota tenía el ojo irritado. Francisco Javier le respondió que podría ser causado por un pelo que le hubiera entrado en el ojo, algo que, según él, es común. No fue hasta el día siguiente, alrededor de la 1 o 2 de la tarde, que la dueña le informó que había llevado al perro al veterinario. El diagnóstico fue una úlcera simple causada por una lesión, y el perro amaneció con los ojos cerrados.
La dueña exigió que Francisco Javier se hiciera responsable de los gastos veterinarios. Francisco Javier ofreció llevar al perro a un veterinario de su elección para encontrar una solución conveniente para ambas partes. Sin embargo, la dueña ya había llevado a su mascota a su propio veterinario. “Le comenté que yo no tenía los recursos para comprar el medicamento y que, por lo tanto, no me podía hacer responsable. Ella dijo que vendría con su esposo y su abogada”, agregó.
Francisco Javier insiste en que el perro no fue maltratado y que el procedimiento fue el habitual. El caso ahora se encuentra en un punto crítico, con la dueña de la mascota buscando una resolución legal.
LA VERSIÓN DE LA DUEÑA
Por su parte, la dueña de Mazapán, visiblemente afectada, explicó su versión de los hechos. “Para mí es muy vergonzoso tener que recurrir a este tipo de publicación, puesto que en vez de alentar un negocio de estética canina vengo a exponer un descuido hacia mi mascota”, escribió.
La dueña detalló que, al regresar del baño, Mazapán tenía el ojo izquierdo inflamado, lo que le causó alarma. Al comunicarse con Francisco Javier, él sugirió que podría haber sido causado por pelos o shampoo. Al día siguiente, ambos ojos del perro estaban cerrados, por lo que lo llevó inmediatamente al veterinario. “Le dije que me hacía falta comprar un solo medicamento y que, si de favor podía comprarlo, y me comenzó a poner muchas excusas. Yo no quería su dinero, solo quería ese medicamento para comenzar con el tratamiento de mi perrito”, explicó.
La dueña concluyó expresando su descontento y advirtiendo a otros propietarios de mascotas. “Para esas personas es un simple animal, pero para la familia afectada no lo es. ¡Mazapán es nuestra familia!”, enfatizó.
EN BUSCA DE UNA SOLUCIÓN
Francisco Javier espera resolver el conflicto de manera justa y mantener su reputación como una peluquería de confianza en Tuxtepec. Mientras tanto, la comunidad se mantiene alerta y espera que se llegue a una solución que beneficie tanto a Mazapán como a sus dueños y al negocio “Pelos y Patas”.