Alberto Carmona | Yolanda Portugal
Loma Bonita, Oaxaca.- Los encargados de las agroindustrias piñeras de Loma Bonita, Oaxaca, coinciden en que la pandemia de COVID-19 trajo un efecto positivo al negocio, al detenerse las importaciones de productos enlatados de países de Asia e incluso del mismo continente Americano como , por ejemplo, Costa Rica.
Esto se ve reflejado en una ampliación de la plantilla laboral directa o indirecta, así como en la industrialización de la fruta cuyo tiempo de zafra comenzó en octubre del año pasado y se espera que termine hasta julio, cuando la fruta escasea.
En Loma Bonita existen tres empacadoras: Santa Mónica, Agroloma , Sweet Treat, mismas que procesan las piñas en distintas presentaciones. También existen dos empaques que se encargan de dar tratamiento a la piña en bola para así poder ser vendida en mercados de abasto o súper mercados. Y dos centros de pelado que trasladan la piña en cámaras de refrigeración a empacadoras fuera del municipio e incluso al extranjero.
Carlos Urbano, representante legal de Agroloma, indicó en entrevista con El Piñero Periodismo y Debate, que el aumento en producción y la alza en el salario mínimo hace más atractivo el trabajo al interior de las empacadoras, donde los empleados llegan a ganar hasta 175 pesos diarios, un salario por encima de lo que marca la Ley.
La empacadora le apuesta a la mano de obra del mismo pueblo, siendo en su mayoría mujeres que han trabajado más de 20 años y que en esta industria encuentran la oportunidad de trabajo, pese a la edad, que en otros empleos es un impedimento.
Las obreras en su mayoría se sienten contentas de tener esta fuente de trabajo, y con mejores salarios, y también reconocen que hace tiempo no se veía una plantilla de ese número, quienes comen en los durmientes del ferrocarril, y también dan dinamismo a la economía comprando comida a los vendedores que ahí llegan.
Agroloma tiene 160 empleos directos, de los cuales 140 son mujeres y 20 hombres , 60 empleados indirectos más los que laboran en negocios que trabajan para la empresa, la cual procesa el día entre 60 y 80 toneladas diariamente.
Añadió que el precio de la piña también está por encima del promedio, lo que es una aliciente para los productores locales, a quienes se le pagan entre 6 y 7 mil pesos por tonelada, según el tipo de piña.
Agregó que el producto se vende sólo en el país, debido a que Loma Bonita no pertenece a un corredor industrial hecho que impide exportar piña, sin embargo, este año ha sido mejor que otros, ya que la COVID-19 neutralizó la importación desleal de otros países.
En Loma Bonita también está establecido “Sweet Treat”, empresa propiedad de la familia Mánica, la cual desarrolló una maquinaria modernizada, proceso que estuvo a cargo del ingeniero mecatrónico Carlo Mánica y de otros Lomabonitenses con experiencia en el ramo. Con estas herramientas realizan piña enlatada de la marca “La Piñera”, la cual llega a la Central de Abasto de la Ciudad de México.
Carlo Mánica da empleos directos a 20 personas, con todas las prestaciones de Ley, y hasta cien empleos indirectos, contando a cortadores y otros que tienen actividades en el campo y en la báscula.
Carlos comenzó la empresa en 2013, y trata de que la mayoría de los insumos se compren en Loma Bonita y en la zona, sin embargo, lamenta que no exista una productora de latas o cajas.
El joven Mánica, agradece la experiencia de sus empleados, la mayoría de la tercera edad, ya que demuestran una labor de calidad, gracias a los años de trabajo en empacadoras tan legendarias como Heinz Alimentos.
Sweet Treat, tiene la capacidad de producir entre 4 o 6 trailers, y su meta es dar trabajo de manera constante, y tener una zafra de diciembre a agosto, donde podría parar por las mismas razones que las otras, el precio de la fruta.
Al igual que el contador Urbano Escalera coincide que la pandemia ayudó a reposicionar la piña de nuestro país.
Carlos, apunta que el desarrollo de la industria en el estado es difícil debido a las trabas para la obtención de un crédito, por lo que la mayoría de la inversión para nuevos empresarios como él es propia, por lo que tiene como filosofía ir a lo seguro, aunque no produzca en grandes cantidades, porque es mejor crear 20 empleos que prometer cientos.
Una tercera empacadora, Santa Mónica, de la cual se puede concluir que es de las más importantes por el tiempo en que se ha mantenido activa y que está conformada por 4 empresas que realizan las actividades de agricultura, agroindustria, transporte y comercialización desde 1970, donde se emplean también a decenas de personas, teniendo sus instalaciones a las fueras de la ciudad, sobre la carretera interestatal Loma Bonita – Playa Vicente.
Santa Mónica elabora productos para ellos mismos y para otras marcas nacionales.
Esas tres empacadoras lideran la industrialización de la piña, mientras que en la población existen dos empaques de la fruta, en estos centros de trabajo se realiza un proceso de lavado, etiquetado y posteriormente se guarda en taras o cajas para su transporte a distintas centrales de abasto y su destino final será un supermercado, donde se venderá por kilogramo.
Estos centros pueden generar de manera intermitente hasta 50 empleos, con un sueldo que va entre los 200 y 500 pesos según las horas trabajadas,
Otra variante de trabajo con la piña, son los centros de pelado, ocupando el mismo número de personas cuyo producto final es transportado a otros estado de la república; ambas modalidades tiene dueños locales y foráneos.
En el año de 2019, Loma Bonita tuvo una producción de piña de 62, 730 toneladas, siendo líder en el estado y ocupando el segundo lugar a nivel nacional en cultivo de piña por debajo de Veracruz, que tiene como líder al municipio vecino de Azueta, que produce 168,000 toneladas.
En la actualidad, en la báscula, sitio donde se reúnen los productores con la piña recién cortada, se pueden encontrar la tonelada de cayena en cinco mil pesos, mientras que la piña MD2, de mejor calidad , se encuentra en 8 mil pesos, siendo un buen precio.
Loma Bonita, pese a la larga crisis, sigue teniendo una cultura piñera, la cual en estos días ha estado más presente con las obreras caminando alrededor de la estación del ferrocarril, y con el sonido del silbato de Agroloma.