- Atropellos a derechos humanos
- De Javier Duarte a Yunes Linares
Luis Velázquez/ Barandal
Veracruz.- ESCALERAS: AMLO, el presidente electo, el primer presidente de la república que será de la izquierda, ha anunciado que declarará crisis humanitaria en Veracruz.
Y la declarará por los agravios, abusos y excesos del poder con los derechos humanos.
Incluso, ha revelado que ya convocó a organismos internacionales (la Organización de las Naciones Unidas, ONU, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Cruz Roja Internacional, etcétera) para que miren a Veracruz, donde el asesinato de civiles, incluso, de niños y mujeres y ancianos, ocupan los titulares de ocho columnas de las páginas policiacas.
Y lo peor entre lo peor, la impunidad.
Una procuración de justicia que en los dos últimos años se ha centrado y concentrado en detener a los políticos duartistas acusados de pillos y ladrones, pero “dejando hacer y dejando pasar” a los barones de la droga, carteles y cartelitos, pistoleros y sicarios, que han convertido a Veracruz en un río de sangre y un valle de la muerte.
Más todavía: un día después de tomar posesión como presidente de la república viajará a Veracruz para ratificar la crisis humanitaria anunciada el sábado diez de noviembre, antes de su viaje a Campeche para vacacionar el fin de semana.
PASAMANOS: La crisis humanitaria parte de un eje rector:
Los atropellos a los derechos humanos en los dos años de la yunicidad y en los seis años del duartazgo.
Ocho años en que tanto el presidente Enrique Peña Nieto como el presidente Felipe Calderón Hinojosa nunca miraron a Veracruz.
Y si en el duartazgo, la tierra jarocha se convirtió en “el peor rincón del mundo para el gremio reporteril” y “en el peor paso del país para los migrantes de América Central”, ahora, en la yunicidad, y lo que será su legado histórico, Veracruz ascendió al peor infierno para las mujeres con los primeros lugares nacionales en feminicidios y también el reino del infanticidio con el asesinato de menores, a dos de las cuales convirtieron en narconiñas, una de ellas, según el boletín oficial, declarada amante de un jefe narco de la plaza en Río Blanco.
CORREDORES: AMLO ha asestado su primer manotazo a Veracruz, mejor dicho, a la yunicidad, cuando faltaban veinte días para el fin de su periodo constitucional.
Pero desde hace ratito, los morenistas Cuitláhuac García Jiménez, Éric Patrocinio Cisneros Burgos, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, Amado Cruz Malpica y Yeidckol Povensky, presidenta del CEN de MORENA, más los diputados locales, tienen en la mira al Fiscal Jorge Wínckler para someterlo a juicio político.
Un juicio político que, de consumarse, habrá de pasar por el Tribunal Superior de Justicia (Edel Álvarez Peña) para avalarlo y dictaminar su inocencia o culpabilidad, y, bueno, ya se verá el resultado.
El presidente electo ha enviado el primer gran calambre al Veracruz del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares.
Y más, luego de que el Solecito de la vocera Lucy Díaz Genao, ha declarado que la desaparición de civiles también se ha dado en los dos últimos años.
Y más, porque luego de tantos desaparecidos, secuestrados, asesinados y sepultados en fosas clandestinas en el Veracruz de Javier Duarte, incluidos los 19 reporteros ejecutados, más los cinco asesinados con Yunes, más los tres desaparecidas en el sexenio anterior, nunca, jamás, la captura de los asesinos físicos e intelectuales.
RODAPIÉ: Los derechos humanos están en la agenda nacional. Y más, porque significa un atropello al Estado de Derecho, cuya esencia básica es garantizar la seguridad en la vida y en los bienes, más, mucho más en la vida, porque los bienes van y vienen…, si regresan.
Y si en los últimos ocho años los abusos del poder se han concitado en una parte del país es en Veracruz, donde los políticos, los jefes policiacos y los policías se aliaron con los narcos y se volvieron cómplices y hasta socios, pues solo así, se entiende y deriva, pueden actuar como en su casa, dueños del territorio.
Quizá, la crisis humanitaria anunciada por AMLO constituye una respuesta al asesinato de Valeria Cruz Medel el jueves 8 de noviembre, en Ciudad Mendoza, donde estudiaba en la Facultad de Medicina, hija de la diputada federal, Carmen Medel Palma, quien recibió la noticia infausta cuando sesionada con los 499 diputados en el Congreso de la Unión.
Y más, luego de la versión oficial de que el homicida de Valeria había sido asesinado, caray, insólito, el mismo día por el grupo narco al que pertenece por la confusión de matar a la persona equivocada, solo por el parecido físico con la joven que era el objeto del cuartelazo.
BALAUSTRES: ¡Bendito Dios!
La ONU, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Cruz Roja Internacional, entre otros organismos, estarán en Veracruz para dar seguimiento a la declaratoria de crisis humanitaria a partir del primer de diciembre del año que corre.
¿Y?
¿Y con la ONU, la CIDH y la Cruz Roja…los carteles y cartelitos dejarán de asesinar a civiles?
¿En automático los carteles y sus pistoleros y sicarios dejarán de ejecutar a mujeres y niños?
¿En automático, Veracruz será pacificado?
¿Apurarán y presionarán para que la Fiscalía procure la impartición de justicia lo más ágil, rápido y expedito en contra de tantos y tantos y tantos expedientes penales abiertos con los asesinados, desapariciones, secuestros y fosas clandestinas?
¿Veracruz se volverá luego luego el paraíso terrenal que hemos perdido desde hace ocho años?
Si en Veracruz, dice el Comisionado de Seguridad Pública Nacional, Renato Sales, actúan todos los carteles, ¿todos los carteles se replegarán luego enseguida que entren aquí la ONU, la CIDH y la Cruz Roja?
¿Cuál será, entonces, la función de la ONU, la CIHD y la Cruz Roja en un operativo llamado “crisis humanitaria”?
En veinte días, un nuevo sexenio federal y otro estatal darán comienzo.
Pero en el largo y extenso y siniestro y sórdido túnel de Veracruz, ninguna lucecita está prendida.
Y aun cuando los escépticos hablan del “beneficio de la duda”, ahora sí como dice el viejito del pueblo, “hasta no ver… no creer”.