Como lo plantea el reportaje del medio digital The Mexican Family, que menciona que las reservas de carbón se agotan peligrosamente, cuando los principales generadores de esta materia prima como China disminuyen su producción, además del aumento de hasta 500 veces más en el precio de los fletes o traslados marítimos de muchos productos desde el país asiático hacia América Latina.
Los mayores problemas se han presentado en productos como computadoras, tabletas y celulares, incluso el café como con su principal importador y exportador, Brazil.
En este panorama inflacionario los consumidores deben pagar más por los productos, sobre todo cuando se está viendo una escasez de casi todo.
Todos esto es una de las tantas consecuencias de la pandemia y después de la COVID porque nuestra forma de vivir cambio en muchos aspectos. Mientras las rutas marítimas, los medios de transporte y producción a lo largo del mundo cambiaron las formas de hacer negocio, está el cierre temporal de fábricas que disminuyeron su producción.
Se señala que a raíz de que los países se vieron afectados por la pandemia las empresas cerraron negocios con la venta de menos productos y que dejaron de ser accesibles para las personas, así escasearon muchos productos, siendo esto el principio de un apocalipsis que no parece tener final.
Y es que la escasez de productos en todo el mundo por la dependencia interconectada con con los principales países productores de materia prima como China, Corea, Brazil, India, se deben a varios aspectos como las rutas marítimas, y la sobreproducción de unos materiales para electrónicos y la demanda de otros productos, así como las consecuencias que sufren países por el cambio climático, u otros como Canadá que han sufrido inundaciones afectando el ganado y producción de alimentos.
Esta escasez en la cadena de subministro ha afectado a los países más pobres, a las organizaciones sin fines de lucro y bancos de alimentos.
Tal vez el autoabastecimiento de cada país podría ser la solución a este problema, que con las nuevas variantes de Covid y enfermedades, y los cierres de empresas e industrias, parece no tener fin.