Vicente BELLO/TREN PARLAMENTARIO
Ciudad de México.– En los territorios del Congreso de la Unión, PRI y PAN se volvieron a tomar de las manos; miraron hacia la franja de la frontera norte y entonces, los dos, se pusieron a ejecutar todo un acto de prestidigitación económica, con la que, otra vez, pretendían engañar a la gente diciendo que han exhortado a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público a ir más allá de los tres pesos por litro con que subsidiaron la gasolina en esa parte del país colindante con los Estados Unidos, el pasado 27 de diciembre de 2016.
En la tribuna de la Cámara de Diputados, este martes 14 de febrero de 2017, priístas y panistas abofeteaban al sentido común con sus discursos, pretendiendo hacerse pasar por diputadas y diputados sensibles con una población que lacerada está por el mega gasolinazo del 1 de enero. Pero además a tiro de piedra está el país de recibir el otro aumento, el del 18 de febrero anunciado.
Cuánta sensibilidad la de Yahleel Abdala Carmona, diputada del PRI, cuando posicionaba a su partido: “Les pido que apoyen este punto de acuerdo que hemos presentado; les pido que apoyen a la frontera norte de nuestro país que en estos últimos tiempos estamos viviendo momentos difíciles de incertidumbre, golpeados por muchísimos temas, la inseguridad, el dólar que genera una gran inflación, la importación de vehículos”.
Exudaba Yahleel bondad hasta por los poros: “En el mismo sentido, no podemos dejar de mencionar el tema migratorio, ante el cual, desde hace años todos los días recibimos a nuestros hermanos connacionales, enfrentando esta situación con unos recursos y con una infraestructura muy limitada. Aunado a ello, hoy se presenta otra problemática: el precio de las gasolinas en la frontera”.
Entonces citó el decreto presidencial del 27 de diciembre pasado, en el que Enrique Peña Nieto ejecutó el aumento en todo el país de cuatro pesos a los precios de las gasolinas y el diesel, que en octubre anterior estos mismos legisladores del PRI, PAN –y acompañados también por los del Pvem, Pes, Prd y Panal- habían autorizado cuando aprobaron la Ley de Ingresos para 2017.
Un decreto en el que entonces incluyeron una cláusula con dedicatoria a la franja de la frontera norte del país: se aplicaría un subsidio de tres pesos por litro de gasolina y diesel. Es decir: en tanto que para el resto del país el nuevo Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios sería de cuatro pesos, para los de la franja solamente de 1 peso. Algo así como una diferencia entre los combustibles de Estados Unidos y de la frontera de México de 15 por ciento, cuando era del cero por ciento.
Pero, oh sorpresa para Hacienda, ni así los mexicanos de la franja fronteriza han estado comprando sus encarecidos caldos energéticos por la simple y sencilla razón de que las gasolinas del otro lado oscilan entre el equivalente a los 10 y los 12 pesos mexicanos, cuando acá andan en los 15 y 16.
Pero además, con el agravante de que apenas el 25 por ciento de las gasolinerías fronterizas aplican el subsidio. Al presidente Peña se le olvidó, extrañamente, poner en su decreto que el subsidio tenía que ser obligatorio.
“Hipócritas”. “Farsantes”. Restregaban a priístas y panistas, desde la tribuna, los diputados de Morena, Movimiento Ciudadano y algunos del Prd. ¿Por qué no quitar el Ieps totalmente a las gasolinas y diesel en todo el país? ¿Por qué solo en la frontera?, preguntaban éstos a los cínicos panistas y a los desvergonzados priístas.
Fue el priísta Edgardo Melhem Salinas quien dijo la cosa está que arde en cuanto a disparidad de precios entre uno y otro país. Y ejemplificó con el estado petrolero de Texas, adonde la gasolina gringa está más barata; un precio que contrasta fuertemente con el de México, teniendo como afectados principales a la gente de Coahuila, Tamaulipas y Chihuahua… claro, cuando la gente no se pasa a comprarla de aquel lado.
Entonces, muy preocupado por las escasas ventas que tienen las gasolineras de este lado, en la franja, el aprensivo Edgardo urgía: “Tenemos que buscar la homologación para poder estar en condiciones igualitarias con los precios del sur de los Estados Unidos”.
Como siempre, los diputados del Panal, Pes y Pvem se pusieron de tapete para que pasara la propuesta Prianista.
Pero antes, tuvieron que chutarse la argumentación de los opositores:
Vidal Llerenas, de Morena: “Nosotros queremos que efectivamente se puedan homologar los precios de Estados Unidos a la frontera norte, pero también al resto del país. Que en todo el país, cuando menos, los precios no sean más caros que en los Estados Unidos. Eso sí sería un acto de justicia para todos los mexicanos y cuando menos podemos enfrentar menores precios de las gasolinas”.
Julio Saldaña, del Prd: “Este exhorto que hace al Ejecutivo o el PRI no solo debe ser para dos estados. Que la gasolina regrese a su precio que tenía en diciembre de 2016. Si se puede en el norte, si se puede en dos estados, ¿quién dice que no se puede para el resto del país?”
Y Jorge Álvarez Maynez, del MC: “Es un engaño del PRI, que ahora quiere intervenir en el precio de las gasolinas para una región, y es absurdo. ¿Por qué no mejor lo hacemos para todos los mexicanos?”
Y preguntaba al PRI y PAN: “¿Cómo van a dismiuir el Ieps en una zona del país solamente. Es absurdo y cínico”…
Y así fue votado.