#DiaInternacionalDeLaFelicidad
Oaxaca, ,México.- Conocí a Doña Lupe en el 2017, no sé qué es de ella tras más de un año del terremoto, sin embargo, la felicidad que me contagio al recibirnos con su sonrisa permanece en mí.
A doña Guadalupe de 98 años de edad, ni el terremoto del siglo le quitó su sonrisa, es una prueba de que la felicidad no se basa en que tienes o que vas a tener, se basa en como tomas las cosas que le destino te pone enfrente.
Ella, como muchos otros, perdió su casa, llevaba cinco días viviendo en una estancia infantil habilitada como albergue, que estaba junto a su hogar y a la cual no le pasó nada.
Ella, como muchos otros, perdió su casa, lleva cinco días viviendo en una estancia infantil habilitada como albergue, que estaba junto a su hogar y a la cual no le pasó nada.
Ahí, sentada, en una silla que como pudo rescató de entre los escombros de vida, vestida como una digna heredera zapoteca, descalza, mostrando al mundo sus pies de casi un siglo está viviendo tal vez la mayor tragedia de sus 98 años, está viviendo junto a los restos de lo que fue su casa.
Ella vivió un México posrevolucionario, donde el caos reinaba, sufrió con la guerra Cristera, aunque en la lejanía se enteró de los horrores de la Segunda Guerra Mundial, estuvo cuando el terremoto de 1932 azotó México y tenía 66 años cuando la Ciudad de México se redujo a escombros, también por un terremoto, ha visto pasar al menos a 16 presidentes de la república, vio el levantamiento del EZLN, como el PRI tomó el poder y como lo dejó en el 2000.
Y a punto de cumplir un siglo de vida sintió, padeció y vio cómo su terruño era reducido a escombros, cómo parte de su historia y sus recuerdos terminaron en 120 segundos, no obstante, su espíritu indomable de mujer zapoteca la mantiene en pie, la mantiene siguiendo la cosmovisión de sus ancestros la raza zapoteca siempre para adelante.
Doña Lupe nos contó con sus 98 años de sabiduría y con una sonrisa, que estaba ahí en su casa, no sabe cómo logró salir pero que ahora ya no tiene casa, y su mirada se dirige a los ladrillos y varillas retorcida que ahora son su casa.
Nos cuenta que lo más probable es que se mude a Tehuantepec con su hija por ahora ella es la luz en medio de la tragedia que vive Ixtaltepec, ella es Ixtaltepec, el Istmo, Oaxaca y México.
*Texto hecho el 13 de septiembre de 2017