Luis Velázquez/ Barandal
Veracruz.- ESCALERAS: El gobernador es un hombre, un político pasional. Guarda rencor, odio y se venga con la misma intensidad con que acaso ame y profese cariño. Pero en el caso del Fiscal, desde hace 5 meses, o más, perdió los estribos. Un siquiatra diría que está en la antesala de la locura. Jorge Wínckler lo ha desorbitado.
La última ocasión fue cuando lo entrevistaran de un noticiero radiofónico nacional. Dijo, por ejemplo, que el Fiscal protege a los asesinos intelectuales de la alcaldesa de Mixtla de Altamirano, Maricela Vallejo.
PASAMANOS: Y de paso, lo describió con tres adjetivos calificados, los peores en un político. Uno, inepto. Dos, omiso. Y tres, cómplice.
Cómplice el fiscal, asegura el gobernador de AMLO, de los criminales intelectuales y físicos de la presidenta municipal, su esposo y chofer, una de las peores matanzas en los últimos 5 meses en Veracruz.
Y, bueno, temeridad inculpar al Fiscal de cómplice. Desde luego, temeridad del Fiscal si así fuera.
Y aun cuando el Fiscal alcanzó la soberbia desdeñando a los Colectivos integrados con madres con hijos desaparecidos, sobre todo, al Solecito y a su vocera, caray, si es o fuera cómplice de los homicidas intelectuales de la ex alcaldesa, ex alcaldesa de MORENA, a la luz de la ley es un asesino. Asesino en potencia. Asesino real.
CORREDORES: El ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, SCJN, en retiro, José Ramón Cossío, lo expresó de la siguiente manera:
“La pelea entre el gobernador y el fiscal es una mala señal. Si no pueden dirimir sus diferencias, mucho menos podrán ponerse de acuerdo en brindar seguridad a los gobernados” (Notiver, sábado 27 de abril, 2019).
Y, bueno, si el góber es el gurú, el tlatoani, el enviado de Dios, el iluminado, “el honesto, limpio y transparente”, caray, como jefe máximo de la política local está obligado a la prudencia, la mesura y la cordura política.
BALCONES: Pero solterón de 51 años, privilegia el rencor, el odio y la venganza por encima de la inteligencia.
Nadie dudaría de que si tuviera a un Manuel Parra, el cacique y “señor de horca y cuchilla” de la hacienda de Almolonga, en Alto Lucero, en el siglo pasado, entonces, desde hace ratito el Fiscal habría tenido gravísimo accidente en carretera en un viaje nocturno.
Y/o habrían asaltado su pizzería y perdido la vida.
PASILLOS: Así, de nuevo el góber ha amenazado al Fiscal con que la LXV Legislatura revisará su permanencia en el cargo público para el que fue elegido por el anterior Congreso por un periodo de 9 años.
La vez anterior, los diputados de MORENA fracasaron en el intento. Ahora, irán de nuevo y lo que exhibe y muestra el tamaño del odio y la venganza del gobernador.
La pasión lo enloquece en vez de buscar arreglos políticos para una solución, digamos, salomónica, acaso satisfactorias para las partes.
Pero, caray, con todo en contra. Y la población de Veracruz atrapada en el vértigo de los odios recíprocos.
Nunca como ahora “la política como un tragadero de hombres”, “un ajuste de cuentas”, “el hombre lobo del hombre”, la elite gobernante metiendo a los gobernados en el hígado fermentado, allí donde la saña y la barbarie causan estragos y la luz de la razón están nublados, en cortocircuito.
VENTANAS: Con tanto rencor, odio y venganza política está en riesgo que Veracruz se convierta, como anunció el góber, “en la capital mundial de la salsa”.
Será, entonces, la capital mundial del rencor.
De nuevo, los diputados locales de MORENA se pondrán a sus pies. Ya lo hicieron una vez y fracasaron. Van por la segunda intentona.
En el Congreso de la Unión, los senadores de MORENA, Gloria Sánchez y Ricardo Ahued Bardahuil, también se han ocupado del Fiscal.
Incluso, el líder senatorial de MORENA, Ricardo Monreal, ex priista, también ha lanzado “su espada en prenda”.
El vasallaje, pues. Y si un secretario del gabinete legal o ampliado del gobierno de Veracruz se ha amarrado la lengua para evitar una declaración en contra del Fiscal, mal está haciendo y peor le irá cuando el góber descubra su silencio.
PUERTAS: El ministro en retiro de la SCJN profundizó en las diferencias del góber y el fiscal:
“Se me hace que es una forma muy egoísta de concebir el poder. No me parece correcto que por las razones que sean las autoridades estén peleadas o se estén peleando, porque las únicas afectadas son las personas”, es decir, la población.
Y aun cuando en repetidas ocasiones uno que otro actor político ha llamado al ejercicio de la inteligencia, el góber está sordo. Escucha lo que desea oír. Él sigue para adelante, bombardeando al Fiscal, quien lleno de soberbia y frivolidad “se crece al castigo”.
La población, sin embargo, está harta ya del pleito verdulero, y verdulero porque se trata de una pelea por adueñarse del poder total y absoluto.
CERRADURAS: Sabrá el chamán con su bolita de cristal el tiempo que duren el rencor y el odio y el tiempo de la venganza consumada.
Sabrá el chamán si algún día, el Fiscal caerá, cuando por delante restan a MORENA 5 años y 7 meses en el poder estatal.
Pero el nuevo anuncio del gobernador de que la LXV Legislatura irá otra vez por la destitución del Fiscal significa que está resonando con más intensidad los tambores de guerra porque el berrinche es descomunal.
El rencor y el odio del góber metidos en un vaso jaibolero en una madrugada tropical de fin de semana fifí y sabadaba.
