Roberto Campa Cifrián, Jorge Winckler, Eduardo Coronel junior y Namiko Matsumoto levantan expectativas
No salvaron seis cámaras y un botón satelital al reportero asesinado en Juan Díaz Covarrubias
Roberto Campa defiende al Mecanismo de Protección: “El crimen de Cándido Ríos tiene que ver con otro riegos, otra situación, otras personas”
Arantxa Arcos blog.expediente.mx para El Piñero de la Cuenca
Veracruz.- Seis cámaras de video con vigilancia digital, un software de servidor, sistema de energía de respaldo, chapas de seguridad y un botón de pánico protegían al tercer periodista asesinado en el mandato panista de Miguel Ángel Yunes Linares.
Su última evaluación de riesgo por el Mecanismo para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, ocurrió semanas antes de ser asesinado en la vía pública.
Roberto Rafael Campa Cifrián, subsecretario de Derechos Humanos en la Secretaría de Gobierno (SEGOB), reconoció dicha evaluación que fue insuficiente para evitar lo que tanto evadió Ríos Vázquez, ser asesinado.
A unas horas del homicidio, Campa Cifríán arribó a la capital del estado para mantener una reunión privada con familiares de personas desaparecidas en los últimos dos sexenios priistas en la entidad. Y primeros meses de panismo.
Previo a mencionada reunión a puerta cerrada en el tercer piso de la Fiscalía General del Estado (FGE), Campa ofreció conferencia de prensa. A su derecha permaneció el titular de la FGE, Jorge Wínckler Ortiz. A la izquierda, Sara Irene Herrerías Guerra, subprocuradora de Derechos Humanos, Prevención del Delito y Servicios a la Comunidad en la Procuraduría General de la República (PGR).
Antes de abordar el tema de búsqueda, sanciones o procesos concernientes a desaparecidos, los funcionarios respondieron cuestionamientos alusivos al asesinado de Cándido Ríos Vázquez, conocido como “Pavuche”.
Pavuche fue reportero policiaco por más de diez años en el Diario de Acayucan. La tarde del martes 22 de agosto del 2017, noveno mes del mandato panista, murió con impactos de bala incrustados en su delgado cuerpo.
El asesinado fue encarado por medios locales hacia Campa Cifrián, Wínckler Ortiz y Herrerías Guerra.
¿Es un fracaso el mecanismo?, preguntó una reportera. En menos de un segundo, Wínckler Ortíz respondió “No es un fracaso”. Girando su rostro rápidamente a Campa Cifrián. El subsecretario de Derechos Humanos pidió la palabra.
“Déjeme contestarlo. Según la última revisión que se hizo hace algunos meses, la protección a casa del periodista era con seis cámaras, chapas de seguridad, había también un botón de pánico, estaba vinculado con el riesgo del periodista”, inició la defensa al Mecanismo.
“Me parece que lo que sucedió ayer no tiene que ver con el análisis de riesgo del periodista, tiene que ver con otros riesgos vinculados con las personas que perdieron la vida también ayer. Fueron atacadas otras personas, murió una persona y sus escoltas”, continuó Campa.
De acuerdo a su respuesta sobre el fracaso, Campa Cifrián dio por hecho que la situación de “Pavuche” era pública. Conocida su inclusión al Mecanismo desde el 2013, cuando iniciaron sus amenazas de la autoridad municipal. Mismas que desestimó.
“El ataque estaba dirigidos otra persona y por ello no se trata del riesgo del periodista, es un riesgo distinto” agregó Campa.
La respuesta buscó ser reforzada, evadiendo la labor periodística de Ríos Vázquez. Recalcando que fue acribillado por estar presente en un ataque armado dirigido, presuntamente, hacia otra persona.
Su discurso se interrumpió. Otro reportero le cuestionó el trabajo ministerial en la escena del crimen. Casquillos que dieron muerte a tres personas fueron “olvidados” en las inmediaciones de la gasolinera, perímetro donde murió “Pavuche”.
Campa evadió. Espero la reacción de Wínckler Ortiz, fiscal de Veracruz, quien no movió un dedo para explicar el “detalle” de dos casquillos vigentes en la escena del 21 periodista asesinado en Veracruz.
Wínckler decidió mencionar la ineficiencia de su antecesor, el fiscal, Luis Ángel Bravo Conteras. Procedimientos administrativos en curso siguen la línea para determinar las causas de porqué se ocultaron 3 mil 74 casos de personas desaparecidas.
“¿Por qué razón no se había transparentado (casos de desaparecidos)? Es una circunstancia que será materia de una investigación administrativa, si de eso deriva una conducta ilegal, tener que proceder”, anexó Wínckler.
La conferencia culminó. Campa y Wínckler permitieron el acceso a la reunión privada con familiares de desaparecidos. Sólo fotografías y clips de video pudieron ser capturados. No entrevistas, no permanencia a la sesión.
-Quiero aprovechar antes de que se vayan los medios- se levantó una mujer de su asiento. Tomó una hoja y dio lectura a un breve pronunciamiento.
“Cándido Ríos Vázquez murió por el ataque ocurrió en una gasolinera en Hueyapan de Ocampo, el día de ayer en la tarde. Alzamos nuestra voz y exigimos justicia. Ya basta, ya basta. No se calla la voz matando periodistas”.
El silencio imperó la sala. El dolor por continuar la búsqueda de un familiar se solidarizó con la vigente agresión a otro periodista.
Tan sólo en los nueve meses del “gobierno del cambio”, encabezado por el panista, Miguel Ángel Yunes Márquez, tres varones de labor periodística fueron baleados.
Ricardo Monlui Cabrera al salir de desayunar con su familia en Yanga, el pasado 19 de marzo.
Edwin Rivera Paz en Acayucan. Buscando protección en México por miedo a sufrir lo mismo que su compañero de trabajo Igor Padilla. Su cuerpo recibió balas a sangre fría por tripulantes de una moto el 9 de julio.
Cándido Ríos Vázquez, en las inmediaciones de una gasolina. Su crimen indica ser el 21 periodista asesinado en Veracruz.