Luis Velázquez | Expediente 2021
El Movimiento Ciudadano, MC, del senador Dante Alfonso Delgado Rannauro tiene cartas fuertes para la candidatura presidencial del año 2024. Y las baraja. Y promueve. Y proyecta.
Uno. El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro.
Dos. El góber electo de Nuevo León, Samuel García.
Tres. Luis Donaldo Colosio, el hijo de Luis Donaldo Colosio Murrieta, presidente municipal electo de Monterrey.
Cuatro. La senadora Patricia Mercado, y quien ya lo fuera.
Quinto. La ex gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega.
Y sexto. La ex gobernadora de Zacatecas y ex lideresa nacional del PRD, Amalia García.
La caballada, diría Rubén Figueroa Figueroa, el cacique de Guerrero en el siglo pasado, está fuerte y gorda.
Dante Delgado, listo para jugar en las grandes ligas y enfrentar, derecho, derechito, a su ex amigo y ex aliado, Andrés Manuel López Obrador.
Más, mucho más, cuando Porfirio Muñoz Ledo, ex de todo menos de presidente de la república, ha vaticinado que Morena permanecerá dieciocho años seguiditos en el trono imperial y faraónico y “en el país de un solo hombre”.
Más, cuando el mismo Amlo juguetea con la posibilidad de la reelección, igual, igualito que su héroe de la historia, Benito Juárez García, quince años en el trono viviendo en Palacio Nacional.
Más, cuando dos de los candidatos favoritos de Amlo para el 2024 están en la cuerda floja, en el tobogán político, como son Marcelo Ebrard Casaubon, secretario de Relaciones Exteriores, y Claudia Sheiunbaum, jefa de Gobierno en la Ciudad de México, por la caída del Metro de la Línea Doce y que dejara veintiseis muertos, todos sus familiares con la denuncia penal exigiendo cantidades millonarias de indemnización y con un despacho jurídico de Estados Unidos.
Semanas anteriores, ya lo dijo el senador Dante Delgado:
En el año 2024 ganarán tanto la presidencia de la república como la gubernatura de Veracruz.
De nuevo, el flechador de la luna disparando las flechas, consciente, quizá, de que será difícil lograr el objetivo, pero de todos acaso llegue más lejos.
DANTE EMPUJA LA CARRETA
Tan firmes y seguros están en el MC que el 6 de junio fueron solos, sin aliarse con otros partidos, a la contienda electoral. Y les fue bien.
La gubernatura de Nuevo León, por ejemplo.
Además, el número de diputados federales ganados en la justa y que les permitirá negociar con todo y con todos.
El MC rompió, además, la barrera de los tres millones 400 mil votos logrando un nivel máximo histórica en su vida partidista.
Dante Delgado con su partido gobernará, entonces, en Monterrey y Campeche, además de Jalisco, con las diputaciones locales.
En el Congreso de la Unión seguirán como una oposición libre.
Más todavia: en ningún momento formarán un bloque opositor en la Cámara Baja para dejar en libertad a cada legislador federal de operar y sin entrar en componendas arriba ni debajo de la mesa.
En los años 2006 y 2012, el Movimiento Ciudadano se alió con Amlo.
Incluso, en el año 2006, Dante Delgado pasó los días y noches apostado en la avenida Reforma al lado de Amlo cuando bloquearon la avenida principal de la Ciudad de México en contra del fraude electoral consumado por Vicente Fox y Felipe Calderón en aquella elección presidencial.
Desde entonces, rompieron.
Como Senador de la República, ha enviado cinco cartitas a Amlo señalando errores y deficiencias en el estilo personal de gobernar y ejercer el poder.
Ninguna carta ha contestado Amlo. Pero Dante se mantiene firme en su cernidor crítico.
Es oposición a Amlo.
Es el MC opositor a Morena.
Van pa’lante, empujando la carreta y pateando la pelota.
DANTE SUEÑA CON GUBERNATURA
Por ahora, ningún político de Veracruz se perfila como el candidato del MC para la gubernatura.
Pero quizá, quizá, quizá bien pudiera Dante Delgado estar cabildeándose a sí mismo.
Incluso, “trae clavada la espina”.
Fue gobernador por 4 años, interino de Fernando Gutiérrez Barrios, convertido en secretario de Gobernación en el salinato, pero elegido en el Congreso local.
Y vive con la inquietud de medirse y calibrarse en las urnas, como ya lo fue.
Pero ganar.
Su momento es el año 2024.
Más, porque aquí ejerce el poder un góber fifí, salsero, catrinero y machetero de Amlo.
