Por: Roberto POLO| La Raya
Tuxtepec, Oaxaca.- Dávila lo quiere todo. Y encumbrado en el poder, va por lo que esté a su alcance: la diputación federal y la presidencia. Sí, otra vez, pero ahora con un alfil que le garantice lo que Marcos Bravo no pudo: el triunfo.
Integrantes de su primer círculo comentan que Dávila tiene limitada su baraja de candidatos a la presidencia municipal y, hasta el momento, estaría reducida a dos personas: Miguel Herrera y Octavio Santana. Ambos con soltura para trabajar a ras del pueblo, el primero desde la dirección de gobernación y el segundo desde la organización social FHUCUP.
Por ello, desde ahora, Herrera y Santana estarían en una férrea lucha interna. Aunque si el acomodo de adversarios se torna muy cómodo, el candidato, en automático, sería Jorge “Chéster” Illescas Delgado, actual coordinador de giras del Gobierno del Estado, quien impulsó, moldeó y ciñó con Dávila intereses más allá de lo político.
Con esa premisa, Fernando Dávila ha activado un nuevo frente de guerra, ahora contra el diputado federal Irineo Molina, quien se sabe y manifiesta, podría ser candidato a la presidencia de Tuxtepec en el 2021.
Y no es para menos, las campañas permanentes de carácter social y la reducción de las tarifas que Molina logró ante la Comisión Federal de Electricidad (CFE) asoman esa posibilidad. Por lo tanto, con la fuerza electoral de MORENA, sería el enemigo a vencer.
Bajo ese contexto, a través de diversos medios de comunicación, Dávila orquestó una abierta y prematura campaña para descalificarlo. Es ahora o nunca, según se lee en la tesis que el chinanteco manifiesta en su implacable intención de mantenerse en el poder y más, aún más, cuando el dinero público está de su lado para consumarlo.
Esto ha obligado a Molina a responder y condenar la presencia de recursos públicos en convenios para desatar la campaña en su contra, algo que –precisa— se realiza con fines meramente políticos.
Así, Dávila inauguró la primer batalla y aunque no tuvo la resonancia esperada, se espera agudice sus ataques contra el chiltepecano que aspira a seguir creciendo en territorio cuenqueño.