Redacción EL PIÑERO
Oaxaca.- Una fiesta llena de magia y algarabía se vivió en la ciudad piñera de Loma Bonita con la celebración de la Guelaguetza infantil, donde el encuentro de etnias con sus bailes y tradiciones dieron muestra de la enorme riqueza cultural de Oaxaca, México y Latinoamérica.
La tarde en el parque central se llenó de música, color y olor a comida con el desfile de delegaciones presentadas por los niños que entregaron algo más que el corazón con el esfuerzo de sus interpretaciones.
La delegación de Huatla de Jiménez, con “Flor de Naranjo” iluminó la fiesta con el traje típico de las mujeres y hombres mazatecos de la Sierra Mazateca, tierra donde las mujeres brillan con su huipil de gala brocado con hilo de seda sobre algodón hilado a mano y tejido de punto de cruz en telar de cintura, la enahua de algodón con su azul turquesa y solferino.
Además de la fuerza del hombre que jala a las bestias de carga, que cuando se visten para el baile usan un calzón y camisa de manta, pañuelo rojo y sombrero de palma.
Los representantes de la Costa se hicieron presentes a través de los sones y chilenas que ejecutaron los infantes, las cuales relatan la historia de esta importante región, un espectáculo que puso a disfrutar a los asistentes.
Con su presencia, los niños bailarines del Istmo de Tehuantepec, se encargaron de representar los sones con el elegante traje de la región, el cual realza la alegría y fortaleza este pueblo zapoteca, quienes luego de deleitar con su baile, tiraron al público algo de su producción local.
No podía faltar el baile de Mujer Oaxaqueña, del autor Rodolfo Villegas Bolaños, quien rinde homenaje a las mujeres de las ocho regiones del estado.
Ya entrando la noche se presentó la delegación del municipio de Huajuapan de León: “Que lejos estoy del suelo donde he nacido, inmensa nostalgia invade mi pensamiento, y al verme tan solo y triste cual hoja el viento, quisiera llorar, quisiera morir de sentimiento…”
En seguida se lanzaron con el inigualable Jarabe Mixteco, donde bailan varias parejas, pero solo una pasa al centro y ejecuta pasos rápidos, altos y cortos con una precisión que sorprende, los niños vistiendo el traje tipico compuesto de camisa y calzón antiguo de manta y sombrero de palma, y la mujer ataviada con blusa blanca con flores bordadas a mano y una falta larga cuyos extremos agarra mientras baila.
Quienes interpretaron a los procedentes de la Sierra Sur y Sierra Norte presentaron parte de sus costumbres, así como el único “Jarabe de la Rosa” y chilenas que se bailan en las fiestas patronales de la región.
La delegación de San Juan Bautista Tuxtepec se hizo presente para deslumbrar a propios y extraños, niñas mostrando el hermoso huipil ancho y recto con bordados multicolores, levantando el cabello trenzado con listones de colores y una piña al hombro. El público llegó al máximo para ovacionar la ejecución de “Flor de Piña”.
Por su parte las Chinas Oaxaqueñas se apoderaron del escenario con su tradicional “Jarabe del Valle”, alegres y sonrientes pese a que la noche comenzaba a surtir su efecto en la ciudad de Loma Bonita, pero fueron los encargados de portar alegría con sus tradicionales trajes de gala y sus coloridas canastas, marmotas y los monos de calenda que entregaron todo al ritmo de la música tradicional.
Así la riqueza de Oaxaca mostrada en la capital de la piña, que regaló el disfrute de la Guelaguetza que nos recuerda la grandeza de nuestra gente y su hospitalidad, por que al final, en esta fiesta se trata de compartir.