Ciudad de México, 24 de julio (SinEmbargo).- Acompañada de simpatizantes y miembros del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), la maestra Delfina Gómez Álvarez, ex candidata a la gubernatura del Estado de México, realizó su segunda marcha para denunciar un presunto fraude en las pasadas elecciones y en rechazo a la imposición de Alfredo del Mazo como Gobernador.
El contingente, integrado por alrededor de 300 personas entre las que se encuentran el dirigente estatal de Morena, Horacio Duarte; el ex Diputado federal, Gerardo Fernández Noroña y el dirigente de Morena en la Ciudad de México, Martí Batres, partió a las 10 horas de esta mañana rumbo a la Ciudad de México para arribar a la Cámara de Diputados.
A la llegada de la “Marcha de la Esperanza”, Delfina Gómez pidió, a las afueras de la Cámara, a los diputados atraer el tema de manejo y función del Instituto Nacional Electoral (INE) para dar certeza a las elecciones del estado de México.
“Agradezco a los que se han ido sumando a esta marcha, a los que nos acompañaron ayer y tuvieron que regresarse para trabajar”, dijo al entrar a la capital del país.
“Institutos que deberían garantizarnos que se dé un buen manejo [electoral], los vemos al servicio del Gobierno federal”, dijo, en referencia al INE y el Instituto Electoral del Estado de México. “Se les está pagando, se les paga bien para que hagan el trabajo como debe de ser: equitativo, justo”.
“Exigimos que se haga el recuento de todos los votos. Voto por voto, casilla por casilla. Si se abren las casillas demostraremos que ganamos”, agregó.
Delfina Gómez lleva dos días marchando. Todavía marchará ocho más.
Ayer, la ex candidata de Morena inició la #MarchaDeLaEsperanza que comprenden diez caminatas por diferentes municipios del Edomex, así como las visitas a la Secretaría de Gobernación, la residencia Oficial de Los Pinos y el Tribunal Electoral del Estado de México, en defensa del voto de la pasada jornada electora del 4 de junio.
El objetivo de la maestra de salir a las calles es para “repudiar el intento de Enrique Peña Nieto de imponer a sus primo Alfredo del Mazo” como Gobernador del Estado de México y en la que exige a las autoridades limpiar las pasadas elecciones.
“Inicia otro capítulo en la historia del Estado de México, la defensa de millones de voluntades, que le dieron a Morena el triunfo en las urnas. Quedarnos con los brazos cruzados, significaría permitir la corrupción y la impunidad, sistema de vida mediante el cual se ha mantenido el PRI por casi 100 años”, señaló Gómez Álvarez ayer.
La candidata de Morena, dijo que la elección del 4 de junio fue el reflejo de un “Estado corrupto” y agregó que el Presidente Enrique Peña Nieto y el aún Gobernador Eruviel Ávila en complicidad del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), el Instituto Electoral Nacional (INE) y el Tribunal local violaron la ley durante los comicios.
Si algo ha depurado el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en cada una de las elección en las que ha participado a lo largo de los años es una “maquinaria” de detección de carencias sociales, entrega de dádivas con recursos públicos y, con esos elementos, coacción de una cantidad de votos que le permite esperar resultados electorales favorables en el Estado de México.
De acuerdo con el historiador y sociólogo Álvaro Arreola Ayala, del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, las elecciones pasadas, en la que la autoridad electoral del Edomex dio ventaja al candidato priista Alfredo del Mazo Maza –irregularidades que ahora causan sospechas por las inconsistencias en las sumas, por parte de diversos ejercicios de especialistas y medios–, fue resultado del “sistema clientelar histórico” que ha operado en territorio mexiquense y que consiste, entre otros elementos, en el despliegue de servidores públicos responsables de asignar los recursos requeridos en cada zona a partir de los diagnósticos socioeconómicos.
“El sistema clientelar es histórico para el PRI; ahora lo usan también los otros partidos, pero el del PRI es un sistema de clientelas que se hace desde la base local, donde hay una serie de personajes ligados a una estructura, encabezada por los presidentes municipales, los secretarios de Desarrollo Social, el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), el Gobernador, pasando por la estructura electoral que tiene el PRI en el Estado de México, una estructura territorial que se afianza en la dádiva, en la gestión de expectativas, y así funciona”, señala el especialistas.
El Estado de México, el más poblado de la República, es territorio más que fértil para este tipo de prácticas. De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), un 49.6 por ciento de la población del estado (8.2 millones de personas) vive en situación de pobreza; otro 23 por ciento (3.9 millones) es población vulnerable por carencias sociales y otro 9.3 por ciento (1.5 millones de habitantes) es vulnerable por ingresos. La suma de estos grupos indica que más de ocho de cada 10 habitantes del estado sufren algún tipo de rezago económico.
Población que, de acuerdo con el despacho de análisis de opinión y mercado Parametría, conforma hasta el 48 por ciento de la militancia priísta.
“Los que tienen los salarios más bajos –menos de 1,500 pesos al mes– tienen mayor preferencia por el PRI (48 por ciento). Entre la población en general, el PRI obtiene 32 por ciento de la preferencia efectiva, en el segmento poblacional con menores ingresos llega a 48 por ciento”, reportó Parametría en 2015.
“Respecto a la escolaridad, la mitad de las personas que indicaron no tener estudios dijeron que votarán por el PRI (49 por ciento), así como los que tienen primaria como el grado más alto de estudios. Los principales nichos de este partido están en las personas sin instrucción formal, primaria y secundaria”, agregó la investigación.
En este contexto, la elección para Gobernador del Estado de México estuvo caracterizada por la participación, antes y durante la campaña, de Secretarios de Estado del Gobierno federal que de manera reiterada realizaron actos públicos en los que entregaron diverso tipo de ayudas.