Por: Luis Velázquez
EMBARCADERO: Muchas cositas suelen ocurrir cuando las pasiones desaforadas se atraviesan con las elecciones municipales… Por ejemplo, en San Andrés Tuxtla, un precandidato panista, Alberto Turrent Villegas, está azuzando a las huestes azules para que se lancen con todo en contra del gobernador, panista desde hace unos 13, 14 años, ex priista durante más de dos décadas y media… Y aun cuando, pasiones al fin, irracionalidad absoluta con frecuencia, el volcán humano hace erupción sin control, nada justifica que en un Veracruz tan revolcado (el creciente índice de violencia), todavía, de ñapa, se tire más gasolina y leña al fuego… Según Turrent, en San Andrés el PRD, el partido aliancista del PAN del Yunes azul, está imponiendo candidatos, y con lo que en la lógica partidista resulta lógico, pues expresa la lucha interna… Pero al mismo tiempo, es la hora de la reconciliación luego del paso del huracán sexenal llamado Javier Duarte… Lo peor del asunto es que si en los partidos hay grupos, tribus, hordas y falanges, también existen grupitos, como el caso del “Pollo” Turrent que con unos 18 simpatizantes armó tanto alboroto… Juan Maldonado Pereda, QEPD, ex diputado federal, subsecretario de Gobierno con Patricio Chirinos Calero y secretario de Educación con Miguel Alemán Velasco, ex alcalde jarocho, decía que la protesta ciudadana es la música de la democracia… Pero en el caso se trata, digamos, de un remedo democrático y/o en todo caso, de una desviación ideológica del populismo y la demagogia… Y más por una razón sencilla: ningún interés social domina en las partes para enaltecer el destino común… Se trata de la lucha desorbitada por el poder… El poder por el poder mismo como dice el clásico… Más, como en el caso, cuando advirtieron que si menosprecian sus peticiones (“El pollo” Turrent como candidato a la alcaldía), entonces, renunciarán al partido… En la secretaría General de Gobierno, el perredista Rogelio Franco Castán, dueño de la franquicia amarilla en Veracruz, ni una palabra… Dirá, acaso, que en cada proceso electoral la sublevación se expresa con magnitud y ni modo de perder el tiempo en infiernitos…
ROMPEOLAS: Turrent Villegas es panista… Y la alianza PAN-PRD acordó que la elección en San Andrés Tuxtla la operaría el PRD… Por eso, sus manifestantes cargaban una cartulina con una leyenda lacónica: “No queremos un priista en nuestro partido”… Se referían, claro, a Miguel Ángel Yunes Linares… Tal cual, el desafío directo y abierto, sin rodeos… Y, bueno, como decía don Adolfo Ruiz Cortines, “están ofendiendo la investidura”… Y más, porque la última palabra será pronunciada por Franco Castán, el dueño del PRD… Al momento, hay cuatro precandidatos (que ayer se definirían en Xalapa), y lo que constituye una normalidad, pues hay municipios donde la lista de aspirantes por un sólo partido llega a diez… Todos, desgarrándose las vestiduras por servir, ajá, al pueblo… Y en contraparte, hay municipios con mayor población y más presupuesto, como Veracruz, donde el PRI, por ejemplo, está sin un candidato, luego de que el ingeniero Francisco Ávila Camberos, panista de vocación, declinara la candidatura externa del tricolor… Pero más aún, hay demarcaciones donde los alcaldes en turno forcejean para imponer a sus esposas de candidatas, como si el Ayuntamiento fuera (¿lo es?) un botín familiar… Hay otros, en contraste, como Pánuco, donde un priista que bajo el tricolor ha sido todo (Ricardo García Guzmán, ex alcalde, ex diputado local, dos veces Contralor) se registró por el PAN para suceder en el cargo edilicio a su hijo, quien ahora despacha como alcalde, pero como el caso trascendió a ocho columnas en Reforma, el CEN del PAN asestó y manotazo y lo tumbaron del caballo… Así son las pasiones descarrilladas por la silla embrujada de los palacios municipales y San Andrés Tuxtla se incluye, por tanto, en el anecdotario político y que llegan a la amenaza lógica y normal, de siempre, de renunciar al partido si los dejan fuera…
ASTILLEROS: Los turrentistas están violentando los acuerdos del proceso interno que firmaron ambos partidos, PAN y PRD, y que se tradujo el año anterior en la alternancia partidista tanto en el gobierno de Veracruz como en el Congreso, donde hay 17 diputados del PAN, doce de MORENA, cinco del PRD y nueve del PRI, aun cuando serían menos con los declarados independientes… Y entre más se fracturen las elites partidistas en la lucha por la sucesión más fortalecerán al partido adversario… En el caso, entre más enconos y rupturas en el PAN y PRD, más posibilidad para el PRI, pero también para MORENA… Y si los jefes cupulares “dejan hacer y dejan pasar”, entonces, tantito peor… El alcalde de San Andrés, Manuel Rosendo Pelayo, es priista, y también sueña con imponer a su secretario del Ayuntamiento como candidato, para lo que, claro, dispondrá de todos los recursos económicos, sociales y políticos… En la otra cancha están el diputado federal, Jorge Carvallo Delfín, y Marina Garay viuda de Pérez, exalcaldesa y exdiputada, ambos priistas, maniobrando para imponer a su hijo, ex diputado federal priista, en la silla edilicia como independiente… Las pasiones, fuera de control…