Luis Velázquez/ Barandal
04 de junio de 2018
ESCALERAS: Menospreciados por los ex procuradores, Felipe Amadeo Flores Espinoza…
Y desdeñados por los Fiscales Jorge Wínckler y Ernesto Coronel junior…
Escuchados de manera efímera por el ex subsecretario de Gobernación, Roberto Campa…
Apoyados sin reservas por ONG nacionales…
Apapachados por la LXIV Legislatura con la medallita “Adolfo Ruiz Cortines”…, ahora, los Solecitos y Colectivos, integrados con familiares con hijos desaparecidos, levantan la mano para ver si el cuarteto de candidatos a gobernador los escucha.
En más de 70 días de precampaña y campaña electoral, nunca, jamás, July González, Cuitláhuac García, Miguel Ángel Yunes junior y Pepe Yunes, han tenido unos minutos para ellos.
Incluso, además de enviarles una cartita, les fijaron una fecha. Viernes 8 de junio, a las 9:30 horas, en un hotel de Xalapa.
Y les piden, con toda la humildad del mundo, asistir a un conversatorio con los siguientes temas:
A: Su filosofía de vida ante los desaparecidos en Veracruz y que según la vocera del Solecito, Lucy Díaz Genao, son más de diez mil.
B: Una mirada sobre las leyes de desaparición forzada.
Y sobre las víctimas y presunción de inocencia, y más, mucho más, luego de que el candidato de AMLO a la silla embrujada de palacio asegurara que 6 de cada 10 jóvenes secuestrados eran sicarios.
PASAMANOS: Indicativa y significativa para los derechos humanos en Veracruz que el Solecito y Colectivos convoquen a los aspirantes al conversatorio intitulado “Respuestas al problema de las desapariciones”.
Uno. Las ONG están tocando a las puertas de las neuronas del cuarteto para ser tomadas en cuenta.
Dos. Queda así constancia del mismo desprecio de la Fiscalía a todos ellos, cuando, caray, se trata “de un delito de lesa humanidad” que nunca, jamás prescribe.
Tres. Y más, luego de los días y noches sórdidos y siniestros en la historia local como fue el duartazgo.
Cuatro. Y más, cuando hay fosas clandestinas en 55 municipios, la mayoría inexploradas y lo que de hecho y derecho sigue convirtiendo a Veracruz en uno de los peores infiernos del país.
Cinco. Y más, cuando hay veinte jefes policiacos y policías presos en el penal de Pacho Viejo, acusados de desaparición forzada.
Y más, con el Fiscal Luis Ángel Bravo Contreras y el ex secretario de Seguridad Pública, José Nabor Nava Olguín, prófugos de la justicia, por cuyas cabezas ofrecen 6 millones de pesos de recompensa.
CORREDORES: En abono ha de escribirse, sin embargo, que el mismo desdén del cuarteto de candidatos al trono imperial y faraónico con los desaparecidos se extiende a otros sectores sociales, entre ellos, los siguientes.
A, los seniles. B, los indígenas. C, los campesinos. D, los obreros.
E, los jóvenes, a excepción del priista Pepe Yunes, quien la semana anterior se reunió con una parte (mínima) de ellos, si se considera que el primero de julio más de dos millones de jóvenes tienen credencial de elector para votar por vez primera y segunda.
F, los familiares de las mujeres asesinadas.
G, los grupos culturales de Veracruz.
Con todo, resulta grave el menosprecio por los derechos humanos cuando en otras latitudes democráticas del continente están en el primer lugar de la agenda pública.
RODAPIÉ: Las ONG han extendido la mano a los candidatos. Ya se verá si asisten. O inventan citas previas y envían, digamos, a un representante.
Y de ñapa, sin una agenda definida.
Mucho tiempo ha transcurrido en la indiferencia y la indolencia.
Lo han dicho el arzobispo de Xalapa y el obispo de Córdoba:
“Todos los días hay ejecuciones”.
La inseguridad en Veracruz sigue pegando duro en el concierto nacional.
Y si las arcas públicas fueron saqueadas en el sexenio anterior, lo peor entre lo peor son, primero, la desaparición de personas, como por ejemplo, en los retenes y en las noches durante los rondines de la muerte.
Y segundo, la desaparición de cadáveres como el caso de la barranca “La aurora”, de Emiliano Zapata.
Además, las fosas clandestinas en 55 municipios según lo revelara la Fiscalía.
Y, bueno, resulta indicativo que en más de 70 días de precampaña y campaña, los candidatos al trono imperial y faraónico nunca se han ocupado.
BALAUSTRES: En ningún momento las ONG buscan un cargo público. Tampoco “aviadurías” o negocios a la sombra del poder. Concesiones, por ejemplo.
Simple y llanamente, solo quieren encontrar a sus hijos, como reza la leyenda, “vivos o muertos”, considerando, digamos, que en unos casos están desaparecidos desde el primer año de Javier Duarte, 2011.
Si los hallaren con vida, ¡qué gran regocijo!
Pero sin vida, necesitan sus cuerpos para la cristiana sepultura.
Ni con Javier Duarte ni ahora con la yunicidad, las ONG han encontrado un aliciente de peso para la búsqueda de sus hijos.
Incluso, y como en el caso del Solecito suelen organizar venta de ropa usada en tianguis en las colonias populares y de fritangas en tiempo turístico, exponiéndose como ahora a que los malandros intenten cobrar el llamado “derecho de piso” por ocupar la vía pública.
Desalienta y desencanta que ahora extiendan la mano al cuarteto de candidatos a la gubernatura y que han sido cien por ciento indiferentes.
Y si así son como candidatos, que nadie espere milagros los próximos 6 años con el ganador.
Los desaparecidos siempre son incómodos para la elite gobernante.
Y más, cuando los políticos, jefes policiacos y policías se alían con los malandros.
Lo dijo en su momento el procurador de Justicia de Javier Duarte, Felipe Amadeo Flores Espinoza:
“Yo no me meto en Cardel porque es territorio Zeta”.